A las 9:30 de la noche del jueves terminó la inspección en el lugar donde hallaron los restos de un niño que serían de Maximiliano Tabares, el pequeño de 6 años que desapareció el pasado 21 de septiembre en Remedios, Antioquia, y que al parecer murió a manos de una secta satánica.
Fue alias ‘Orejas’, líder de ese grupo, el que los llevó al sitio donde estaba la fosa, en el corregimiento de Cuturú, que queda a hora y media por tierra del casco urbano del municipio de Segovia.
Los restos son trasladados a Medellín, aunque un derrumbe en la vía retrasó su llegada a Medicina Legal para hacer la identificación.
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, cree que “por la información que he recibido, los indicios son muy altos de que sea el cuerpo de Maximiliano. Es una noticia en dos facetas: uno, en cierta medida termina esa angustia y zozobra de la gente de Remedios, de la gente de Segovia, del nordeste”.
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Según la investigación de las autoridades, el padrastro
habría dicho que el niño estaba poseído y luego se lo llevó una secta que presuntamente acabó con su vida para encontrar guacas de oro en la región.