El Representante Especial del Secretario General de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, destacó este miércoles ante el Consejo de Seguridad que es la ausencia o limitada presencia del Estado en muchas partes de Colombia la que está propiciando un repunte de la violencia en regiones como el Catatumbo en los últimos días.
En dos ocasiones citó Ruiz Massieu este factor, primero para explicar "la limitada presencia del Estado en varias zonas donde los grupos armados compiten por el control de las economías ilegales", y posteriormente para subrayar "el vacío de la presencia estatal (que permite) que los grupos armados luchen por el control social y territorial".
La sesión de este miércoles del Consejo, de carácter trimestral, se produce en un momento especialmente grave, tras la ruptura de las conversaciones de paz entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno, y posteriormente los choques armados entre militantes del ELN y de disidencias de las FARC en el Catatumbo, que han dejado ya ochenta muertos.
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Como suele ser habitual, el también Jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia pasó revista exhaustiva a la implementación del acuerdo de paz con las FARC, en vigor desde 2016, y en algunos aspectos alabó la labor del Gobierno, pero lamentó la lentitud de la reforma agraria, la desprotección de la población civil en las zonas donde operan los grupos armados y la alarmante cantidad de asesinatos entre líderes comunitarios e indígenas.
A Ruiz Massieu le siguió Diego Tovar, el máximo representante de las FARC en el proceso de paz, quien por su parte también defendió el proceso pero resaltó la precariedad en la que viven los exguerrilleros de las FARC, en un 76 % hoy desempleados e ignorados por el Estado, y en muchas ocasiones víctimas de desplazamientos forzosos por una violencia en la que ya no participan.
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Los distintos países que tomaron la palabra después abundaron en las mismas ideas: apoyaron el proceso de paz y su continuidad, pero mostraron en distintos grados su disconformidad con las trabas y la lentitud para aplicar sus disposiciones y el hecho de que no ha terminado con la violencia, pues de hecho los asesinatos y choques armados están creciendo en los últimos años.
António Guterres dice estar preocupado por situación en Catatumbo
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo sentirse "muy preocupado" por la violencia en la región colombiana de Catacumbo, donde los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC han dejado ya más de 80 muertos.
En el mensaje transmitido por la oficina de su portavoz, Guterres exige que cese el asesinato de civiles, entre los que se cuentan firmantes del acuerdo de paz de 2016, defensores de derechos humanos y líderes cívicos, y lamenta además el desplazamiento de miles de civiles por los enfrentamientos armados.
El secretario general da a entender que parte de la responsabilidad le compete al Gobierno, pues reitera "la importancia de la aplicación completa del Acuerdo de Paz" de 2016, en alusión a las críticas vertidas por el retraso en cuestiones como el reparto de tierras y la justicia transicional.
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La guerra del ELN contra una disidencia de las FARC en el Catatumbo, región que ocupa la parte septentrional del departamento de Norte de Santander, supone un desafío mayúsculo para el Estado colombiano, que ha llevado al presidente Gustavo Petro a anunciar la conmoción interior y a advertir a esa guerrilla de que el Gobierno está dispuesto a enfrentarla.
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Desde el pasado jueves, día en que el ELN comenzó los ataques contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, unas 80 personas han sido asesinadas en el Catatumbo, entre ellas al menos seis firmantes del acuerdo de paz, y 22.570 personas se encuentran desplazadas en distintos albergues de la región.