Funcionaba en un apartamento de un sector exclusivo y sus clientes eran, así mismo, personas con bastante dinero.
La olla estrato 5 transformaba la marihuana en aceites o cera y la distribuía en bares o discotecas. Así mismo, por medio de domicilios.
Investigadores, que se infiltraron en la organización y grabaron su modus operandi, calculan que el grupo delincuencial obtenía ganancias por más de 200 millones de pesos mensuales.
“Olía muchísimo a marihuana en las tardes. Mucho olor a marihuana”, denunció una residente del sector.
Quince personas fueron capturadas.