Édgar Nieto, padre de Daniel, un bebé de 17 meses diagnosticado con parálisis cerebral, habló de lo que enfrenta su familia luego estar atrapada varias semanas en India,
tras someter a su hijo a un tratamiento en el país asiático. Este padre se quedó sin trabajo y necesita un empleo con ciertas condiciones por los problemas de salud de su primogénito.
La familia llegó el sábado 15 de julio a Cali, Valle del Cauca, donde residen. Pese al calvario que sufrieron para retornar, vieron evolución en la salud de su niño luego del tratamiento recibido en el país asiático.
“Creció, aumentó de peso, aquí siempre nos amenazaban con el bienestar, porque él estaba en estado de desnutrición. A pesar de que no es algo que podamos controlar por su enfermedad, la espasticidad mejoró, ya no está rígido, está más flexible, lo hemos visto más atento, la parte cognitiva vemos que ha mejorado, la sonrisa... antes del primer ciclo él no sonreía nada”, contó Édgar.
Pero a su regreso a Colombia, la familia que estuvo varias semanas en India enfrenta nuevos dramas. Uno de ellos es que el papá de Daniel quedó desempleado.
“Yo soy ingeniero de sistemas. Tengo casi ocho años de experiencia como desarrollador de software. Y sí, ahorita me toca arrancar de cero a buscar un empleo con ciertas características, desafortunadamente, como que sea teletrabajo para proteger a Daniel y proteger a Laura. Necesitan que yo esté aquí para cualquier emergencia y que tenga lo que necesito mínimo para poder sobrevivir porque los gastos hospitalarios de Daniel siempre son bastante elevados. Pero, confiando en Dios, sé que algo aparecerá”, dijo Édgar.
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También manifestó que como familia deberán afrontar otro reto “como es lograr que la EPS reactive su servicio de salud (el de Daniel). Para los próximos meses, muchas terapias que esperamos la EPS cubra, pero si la EPS no las cubre nos tocará a nosotros de forma privada, porque es un complemento, es lo que se hace en la India y mucha terapia”, expresó.
Pese a estos problemas, la familia celebra los avances en la salud del bebé, quien por fin sonrió.
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“De cierto modo, nos devolvió las esperanzas. Ver a Daniel que de un momento a otro empezó a sonreír no tiene precio”, expresó Laura Londoño, madre del niño.