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Novena de Navidad día 2: oraciones y gozos para este martes, 17 de diciembre

El segundo día de la novena de Navidad, que corresponde al 17 de diciembre, se centra en la reflexión sobre el viaje de María y José a Belén. Vea aquí la guía completa.

Novena de Navidad día 2
Novena de Navidad día 2 -
Getty Images

La Novena de Navidad es una tradición profundamente arraigada en la fe católica, especialmente en países de América Latina como Colombia. Esta práctica consiste en nueve días consecutivos de oraciones, cánticos y reflexiones que comienzan el 16 de diciembre y culminan el 24 de diciembre, en la víspera de Navidad. El propósito de la novena es preparar espiritualmente a los fieles para la celebración del nacimiento de Jesús, promoviendo la unión familiar y el fortalecimiento de valores cristianos como la fe, la esperanza y la caridad.

La novena no solo es un tiempo de oración, sino también de compartir y reflexionar en comunidad, creando un ambiente de recogimiento y alegría en espera del Salvador.

El segundo día de la novena de Navidad, que corresponde al 17 de diciembre, se centra en la reflexión sobre el viaje de María y José a Belén. Este día, las oraciones y los gozos invitan a los fieles a meditar sobre las dificultades y desafíos que enfrentaron María y José en su camino, y cómo su fe y confianza en Dios los guiaron y sostuvieron.

Pesebre
Pesebre para la novena de Navidad -
Pixabay

(Lea también: Con novena de Navidad, Parque Nacional reabre sus puertas: 90 años desde su fundación )

Novena de Navidad día 2, 17 de diciembre

Oración para todos los días


Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor para que hecho nombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

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En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado, suplicándolos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente, amén. (Se reza tres veces Gloria al Padre).

Lectura día 2


El Verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa Casa de Nazaret en donde moraban María y José. Cuando la sombra del secreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola, engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios y mientras oraba, el Verbo tomó posesión de su morada creada.

Sin embargo, no llegó inopinadamente; antes de presentarse envió un mensajero, que fue el Arcángel San Gabriel, para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la encarnación. El Creador no quiso efectuar este gran misterio sin la aquiescencia de su criatura. Aquel momento fue muy solemne. Era potestativo en María el rehusar... ¡Con qué adorables delicias. ¡Con qué inefables complacencias aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el sí que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina!

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La Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El Arcángel ha desaparecido. Dios se ha revestido de una naturaleza creada; la voluntad eterna está cumplida y la creación completa. El Verbo se ha hecho carne, y aunque todavía invisible para el mundo, habita ya entre los hombres que su inmenso amor ha venido a rescatar.

Oración a la santísima Virgen


Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma, y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.

¡Oh dulcísima Madre, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le aguardéis vos para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad! Amén (Se reza tres veces el Avemaría).

Pesebre
Noticias Caracol
Pixabay

Oración a san José


¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.

Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén. (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).

Gozos

Dulce Jesús mío, mi niño adorado
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven, no tardes tanto!

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¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano,
que a infantil alcance te rebajas sacro!
¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

Ven a nuestras almas...

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¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!
¡Ah, ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuerte el brazo!

Ven a nuestras almas...

¡Oh, raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo.

Ven a nuestras almas...

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¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas de regio palacio!
¡Sácanos, Oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

Ven a nuestras almas...

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¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas tu esplendor veamos!
Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios.

Ven a nuestras almas...

¡Espejo sin mancha, santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado!,
y en forma de niño, da al mísero amparo!

Ven a nuestras almas...

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¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo Pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

Ven a nuestras almas...

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¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto
bienhechor rocío como riego santo!
¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado!
¡Luce, Dios estrella!, ¡brota, flor del campo!

Ven a nuestras almas...

¡Ven, que ya María previene sus brazos,
do su niño vean, en tiempo cercanos!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

Ven a nuestras almas...

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¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!

Ven a nuestras almas...

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¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados!
¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

Ven a nuestras almas...

¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos
Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!

(Lea también: Estas son las canciones navideñas más populares en Colombia: súbale el volumen este 7 de diciembre )
Oración al Niño Jesús
Acordaos, ¡oh, dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable margarita del santísimo sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado".

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Llenos de confianza en vos, ¡oh, Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.