Tras el pánico generado por los temblores que se presentaron este 17 de agosto en Colombia,
están circulando en redes sociales falsas cadenas de Whatsapp en las que alertan por supuestos nuevos sismos que ocurrirían en las próximas horas.
Sin embargo, autoridades y expertos en el tema le recuerdan a la ciudadanía que los terremotos son fenómenos naturales, que en ocasiones pueden causar grandes daños, no se pueden predecir, a pesar de los avances científicos y tecnológicos. ¿Por qué es tan difícil anticiparse a estos eventos?
#Temblor | La @cruzrojabogota brinda recomendaciones para que tengas en cuenta antes, durante y después de un #sismo. pic.twitter.com/T7TXjK8j4N
— Cruz Roja Bogotá ⛑️🏥 (@cruzrojabogota) August 17, 2023
¿Qué son los terremotos y cómo se producen?
Los terremotos son vibraciones de la superficie terrestre causadas por el movimiento repentino de las placas tectónicas que forman la corteza terrestre. Estas placas están en constante desplazamiento debido a las corrientes de convección del manto, la capa interna de la Tierra. Cuando las placas chocan, se separan o se deslizan entre sí, generan una gran presión en las zonas de contacto, llamadas fallas. Esta presión se acumula hasta que se libera bruscamente en forma de ondas sísmicas, que se propagan por el interior y la superficie de la Tierra.
La magnitud de un terremoto se mide por la cantidad de energía liberada en el hipocentro, el punto donde se origina el sismo. La intensidad se refiere al grado de afectación que produce el sismo en las personas, las construcciones y el medio ambiente.
¿Qué factores dificultan la predicción de los terremotos?
La predicción de los terremotos implicaría determinar con precisión la fecha, la hora, el lugar y la magnitud de un sismo antes de que ocurra. Sin embargo, esto no es posible por varias razones:
• La complejidad del sistema tectónico: Los terremotos son el resultado de procesos físicos y químicos que ocurren en el interior de la Tierra, a profundidades que van desde unos pocos kilómetros hasta cientos de kilómetros. Estos procesos son muy complejos y dependen de múltiples factores, como la temperatura, la presión, la composición y la estructura de las rocas, la fricción, la elasticidad y la plasticidad. Además, las placas tectónicas interactúan entre sí de forma dinámica y no lineal, lo que dificulta establecer patrones o ciclos regulares de actividad sísmica.
Publicidad
• La falta de datos e instrumentos: Para poder predecir un terremoto, sería necesario contar con una red densa y continua de sensores que pudieran medir con precisión los cambios físicos y químicos que ocurren en las fallas antes de un sismo. Sin embargo, estos cambios son muy sutiles y difíciles de detectar. Además, los datos disponibles son limitados y dispersos.
• La falta de teorías y modelos: Para poder predecir un terremoto, sería necesario contar con una teoría sólida y un modelo matemático que pudieran explicar cómo se generan y se propagan las ondas sísmicas en el interior y la superficie de la Tierra. Sin embargo, estas teorías y modelos aún están en desarrollo y tienen muchas incertidumbres e inconsistencias. Además, no hay una forma única ni universal de interpretar los datos e indicadores sísmicos, ya que pueden variar según el contexto geológico y geográfico.
Publicidad