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No llevar pronto los niños a clase podría tener consecuencias devastadoras: experta

Sandra García, de la Universidad de los Andes, habla de la situación de los estudiantes en Bogotá. Medellín y Barranquilla terminarán el año educativo en virtualidad.

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En Colombia se abre el debate sobre la posibilidad del regreso a clases de manera presencial para los niños. Aunque Medellín y Barranquilla decidieron terminar el año escolar 2020 en la virtualidad, Bogotá analiza esta situación, que podría darse en octubre.

Por eso Noticias Caracol consultó con una experta en el tema. Su nombre es Sandra García, miembro de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

Ella y un grupo de profesores estudian las consecuencias de mantener el esquema actual, las cuales califican como desastrosas.

¿Cómo está la situación para que los estudiantes regresen a las aulas tras el aislamiento obligatorio por COVID-19 ?

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"Es de cierre total, llevamos seis meses con los colegios cerrados, el Ministerio de Educación anunció que las autoridades territoriales pueden comenzar planes pilotos.

Bogotá anunció que empezará ciertos pilotos para poder abrir, quiere decir que serían más de seis meses (con los centros educativos cerrados). Medellín y Barranquilla terminan el año cerrados”.

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La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) se ha declarado en desobediencia civil, que no está de acuerdo con el modelo de alternancia y por lo tanto no contribuirán en el corto plazo para ir de manera presencial a los colegios.

Quienes pertenecen a esta agremiación dicen que están en conversación con el Distrito (Bogotá), si hablamos de un balance de 2020, ¿se prenden alertas para los niños?

El balance es poco alentador. La primera alerta es en términos de aprendizaje, un estudio reciente del Banco Mundial hace proyecciones de pérdida de aprendizaje en tres escenarios, uno optimista, que era cerrar los colegios tres meses, uno intermedio, cerrarlos cinco meses, y uno pesimista, que es cerrarlos siete meses.

En este último, que es si se abren los colegios en octubre, podríamos tener pérdidas en aprendizaje de lecto-escritura de hasta el 28 por ciento.

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Es un problema muy grande, un rezago en el aprendizaje se puede ir acumulando en el tiempo y luego puede tener repercusiones muy negativas.

Estamos hablando de consecuencias en el largo plazo muy devastadoras porque el regazo es uno de los factores más determinantes en la deserción escolar.

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Eso se ha visto en emergencias anteriores, como la crisis del ébola".

Las opiniones de los padres están divididas en si llevar o no a los niños al colegio.

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