El presidenteIván Duque , el exfiscal Néstor Humberto Martínez y Mauricio Gómez, hijo de Álvaro Gómez Hurtado, criticaron duramente la versión que entregaron los excabecillas de las FARC en la que se atribuían el magnicidio del líder político.
El jefe de Estado y la familia de Gómez Hurtado pidieron pruebas contundentes a la antigua guerrilla para que esa verdad que revelaron sea una realidad judicial.
Este requerimiento tuvo lugar durante un acto conmemorativo en la Universidad Sergio Arboleda, donde Gómez Hurtado daba clases.
“Que aparezcan grupos a adjudicarse semejante magnicidio, pero con responsabilidades indeterminadas, diciendo que eso fue pensado hace más de 30 años y que los que participaron ya no están en el mundo terrenal pareciera como una especie de operata para tratar de construir un perímetro procesal al servicio de quién sabe quién”, expresó Duque.
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En el mismo sentido se pronunció Mauricio Gómez, hijo del líder político y quien aseguró que no cree en la versión que entregaron miembros del partido FARC. Hizo un llamado a la Comisión de la Verdad.
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“Yo no tengo dudas, tengo la seguridad de que no fueron las FARC. Nosotros le llevamos al padre De Roux el libro que escribió el tesorero de la campaña de (Ernesto) Samper y la Comisión de la Verdad no ha reaccionado porque no tienen jurisdicción, entonces tienen que agregarle comisión de la verdad y de mentiras”, precisó Mauricio Gómez.
Al evento asistieron Enrique Gómez, abogado de la familia, Hernán Jiménez Barrero, exdirector del CTI, y el exfiscal Néstor Humberto Martínez. Este último, en 2017, declaró el magnicidio como crimen de lesa humanidad.
“Al tener esa información, la JEP debió, automáticamente, enviársela a la Corte Suprema de Justicia”, dijo Martínez.
Además, Martínez Neira sostuvo que en el expediente que le permitió declarar lesa humanidad hay pruebas suficientes que incriminarían al cartel del norte del Valle y no a las FARC.
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