La etnia indígena nukak, la última tribu nómada del mundo y que habita en el Guaviare, está en riesgo porque bandas criminales están induciendo a niños desde los 8 años al consumo de drogas para luego poder utilizarlos como distribuidores.
Carolina Soto, directora de la Fundación Arca de Amor, afirma que las calles de San José del Guaviare “en las noches ya se convierte en zona de expendio, de consumo, prostitución de niños indígenas… Toda esta zona de aquí hacia allá ves a los niños caminando de aquí para allá”.
Ober Joonide, líder de la comunidad indígena, afirma que “los nukak no saben qué es la droga, qué están haciendo y esa droga de dónde viene, porque el mismo blanco lo enseñó, no es culpa del hombre nukak, sino que es culpa del mismo hombre blanco porque como el nukak no sabe, entonces le gustó más consumir”.
El gobernador del Guaviare, Heydeer Palacio, considera que “el microtráfico es un problema que tenemos en el departamento, especialmente en el pueblo nukak, que es utilizado por bandas criminales, que inducen al consumo y luego los ponen a vender pequeñas dosis en las comunidades. Para solucionar este inconveniente es necesario cambiar la legislación nacional y mayor inversión de recursos para los pueblos indígenas”.
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