En un mural pintado en una de las paredes de la institución educativa El Bosque, en la vereda de El Congal, en Caldas, se ve a dos niños campesinos que caminan en medio de un hermoso bosque bajo el mensaje “La paz es un don de Dios y al mismo tiempo tarea de todos”.
Una pieza de arte que pareciera ser una copia de la realidad que viven sus estudiantes. Unos calzados con tenis, otros con botas, con maletas en sus hombros y hasta con mascotas, los niños recorren hasta tres horas por caminos rurales para ir al colegio o regresar a su casa.
Los más de 40 niños que estudian en El Bosque son recibidos en el salón de clase por su maestra Claudia y se preparan para recibir una capacitación especial sobre el riesgo de las minas antipersonales .
De acuerdo con Brayan Ortega, promotor de educación en esta materia, los niños y la comunidad son capacitados en comportamientos seguros, relacionados a las minas antipersonales.
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“Le explicamos a la comunidad qué son las minas, cómo son, qué hacen. Les enseñamos cuáles son las pistas donde hay minas antipersonales y cómo cuidarnos de ellas”, señala.
Los menores reciben a diario sus clases básicas del ciclo formativo, en las áreas de español, matemáticas, religión, ciencias naturales, sociales y demás, como lo vería cualquier otro niño, pero debido a las condiciones de su entorno también deben capacitarse sobre el riesgo de las minas antipersonales, por más insólito y crudo que parezca.
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Según Claudia Janeth Flórez, docente de la institución educativa ubicada en El Congal, “estas capacitaciones del desminado permiten que los niños se involucren en su contexto y conozcan los lugares peligrosos que ellos no deben visitar”.
La maestra explica que, gracias a este proyecto, los facilitadores han hecho presencia en las aulas de clase para brindar capacitaciones sobre los artefactos explosivos, sus riesgos y la prevención que se debe tener. Teniendo en cuenta que son elementos que muchos de los niños han encontrado en los lugares que conducen de su casa a la escuela.
Por medio de títeres, muñecos y dinámicas, los facilitadores enseñan a los menores sobre las conductas diarias y las alertas que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Con explicaciones gráficas, los expertos les explican a los niños cuáles son los lugares seguros en los que pueden jugar y las señales de riesgo que indican la presencia de una mina antipersonal.
“Las minas antipersonales que los grupos armados ilegales dejaron abandonadas en esta región hacen necesario que los niños aprendan sobre este tipo de explosivos”, explica uno de los facilitadores.
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Y mientras los desminadores se juegan la vida desactivando explosivos en la región, los maestros siguen enseñando a los niños en El Congal para que, en medio de su inocencia, no caigan en una trampa mortal.
“Es muy duro que los niños sepan de estos temas porque no debieran sino saber de dibujo, de baile y de artística, pero los tenemos que preparar para preservar la vida de ellos y sus familias”, agrega el experto.