Un menor de edad que milagrosamente se salvó de morir en las inundaciones de los últimos días que ocurrieron en Riohacha, La Guajira, falleció a causa de desnutrición.
El pequeño había sido rescatado en zona rural de Riohacha, en la vía que conduce hacia Cucurumana. Su padre lo llevó hasta un punto del camino en donde lo estaba esperando la ambulancia.
En una acción compleja, el equipo médico trasladó al niño a un centro asistencial. Pero días después no logró sobrevivir.
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La residencia en la que vivía el menor estaba aislada debido a las inundaciones que afectaron varias regiones del país, entre ellas, La Guajira. Además, el pequeño presentaba desnutrición aguda severa.
En la zona de la Alta Guajira continúan las intensas lluvias, de acuerdo con los reportes de los organismos de socorro. Las familias damnificadas siguen esperando que el alcalde llegue a las comunidades con ayudas integrales.
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Inundaciones en La Guajira
El pasado 13 de noviembre circuló un video en el que se ve a un grupo de personas en medio de un arroyo caminando hacia la comunidad Los Ciruelos, la misma en la que estaba un niño con graves problemas de desnutrición.
Los padres del menor caminaron más de una hora en medio del arroyo para intentar salvarle la vida.
“El camino de nosotros tiene muchos arroyos; sin embargo, el papito del niño no se niega de la atención a su hijo y así lo trajo en brazos, atravesando esos arroyos para sacarlo hasta donde hubiese acceso de vía”, contó Guillermina Epieyú, autoridad wayú, en diálogo con Noticias Caracol en vivo.
Las lluvias y las inundaciones complicaron el panorama. El traslado del niño de un año de edad se dio en una ambulancia hasta una clínica de Riohacha. Fue ingresado a una UCI y, al pasar los días, murió. La desnutrición le ganó la batalla.
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El niño debía estar bajo la supervisión de un operador del ICBF. La autoridad tradicional wayú asegura que murió por falta de atención.
“Hubo falla, porque no sentí ese acompañamiento desde un principio, porque había que actuar desde un principio”, acotó Epieyú.
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En la Alta Guajira, en los sectores de Nazareth y Castilletes, no han cesado las lluvias, mientras que en Manaure hay familias que se niegan a volver a sus comunidades casi destruidas por las inundaciones.
“Unos cuantos animales, los cultivos, las plantas y todo eso. Hasta unas casas se cayeron prácticamente y nos dejó llenos de barro, de mosquitos y muchos insectos. El agua pasó por acá, entonces hay culebras y muchos insectos”, dijo Luis Peñalver, damnificado por las inundaciones.
Autoridades tradicionales wayú dicen que el panorama se complica en la Alta Guajira, donde también hay niños con desnutrición que no han podido ser atendidos.
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