En medio de latragedia que se vive en Dosquebradas y Pereira por el derrumbe del pasado martes, se conoció una conmovedora historia, la de un perro llamado Broli que ni en la muerte abandona a su amo, una de las víctimas del desastre.
Broli lleva dos dias sin comer bien y sin dormir, Eduardo Porras, su amo, lo cuidaba de manera especial. En su mirada se refleja la tristeza por la muerte de este padre de familia.
“Es el que más lo extraña. Para la muestra un botón, no se ha retirado del féretro, ha estado ahí y realmente hasta los animales uno les ve la tristeza por encima, se le ve la falta, la ausencia”, cuenta Juan Carlos Moncada, familiar de víctima.
Broli permanece bajo el féretro de Eduardo, igual que cada día lo esperaba en la puerta de su casa para despedirlo cuando se iba a trabajar.
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“Inclusive hoy, que estuvimos tratando de organizar las cosas, nos tocó encerrarlo en otra parte y no paraba de aullar del desespero, como de querer estar acá”, manifiesta Moncada.
Eduardo porras salió a esperar el bus para ir a su empleo cuando la avalancha lo arrastró.
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“Salía a abordar el transporte que lo llevaba a trabajar, él era conserje, trabajaba para la Secretaría Educación en Pereira, se desempeñaba en la escuela de La Esperanza, en Galicia y pues bajaba a esperar su transporte, pero nunca se pensó lo que iba suceder”, detalla Vanessa Porras, hija de víctima.
Eduardo estaba preocupado porque su hija Vanessa no tenía trabajo y eso lo tenía triste. La noche anterior a la avalancha fue de lo último que hablaron Vanessa y su padre.
“Las últimas palabras que tuve de mi papá fue un beso y un abrazo la noche antes. Si yo hubiese sabido que ese iba a hacer el último beso y último abrazo, yo creo que hubiera sido más largo”, dice Vanesa.
Eduardo Porras fue despedido bajo una carpa en medio de la lluvia y flores que enviaron hasta su casa. Se le recuerda también como un fiel hincha del Pereira. Broli parece esperar su regreso.