La pintura aplicada en el fuerte San Sebastián del Pastelillo, en el barrio Manga, no deja de asombrar a expertos y habitantes de La Heroica por el daño a las murallas de Cartagena. El Club de Pesca intervino de forma inadecuada el patrimonio histórico.
Según el arquitecto restaurador Alberto Samudio, para eliminar el hongo “simplemente se hubiera podido lavar el muro con agua y jabón neutro y con un cepillo de cerdas finas, plásticas, y con eso hubiera sido suficiente”.
También aconsejó otros tratamientos, como “aplicar, con una pistola, vapor de agua a baja presión con carbonato de calcio, con mucho cuidado, y va desapareciendo lo que tú quieras. Eso es un procedimiento que están usando muchísimo ahora en Italia, sobre todo en Europa, en París y en todos los monumentos”.
Saia Vergara, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, informó que “hay una voluntad decidida del Club de Pesca a reparar el error, acordamos que van a presentar un proyecto de intervención para restituir el bien de interés cultural a su estado original”.
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Tras el escándalo con las murallas de Cartagena pintadas, la Procuraduría General de la Nación solicitó al alcalde William Dau ordenar la adopción de las medidas que se requieran para impedir la afectación en el fuerte San Sebastián del Pastelillo y abrió una acción preventiva para determinar qué ha hecho el distrito respecto a esa intervención.
¿Qué ha pasado con los otros monumentos de Cartagena?
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Un parte de tranquilidad entregó la Escuela Taller Cartagena de Indias, encargada de la administración de 93 bienes de interés cultural de La Heroica. El castillo San Felipe de Barajas es uno de ellos.
“Es la joyita que siempre preservamos, y mantenemos siempre una cuadrilla de albañiles, carpinteros, pintores, electricistas, que siempre están al servicio permanente del castillo de San Felipe”, afirmó Mario Zapateiro, director de obras de la institución.
Los fuertes de San Fernando, de San José, la batería del ángel San Rafael y las murallas son otros de los monumentos a cargo de la escuela.
Actualmente se está haciendo mantenimiento al cuartel de las bóvedas “para la intervención de toda la plaza superior, todo lo que es la azotea, que lleva una inversión bastante grande”, detalló Zapateiro.
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Pero persiste la polémica por el edificio Aquarela , que se construía a unos 200 metros del castillo de San Felipe y cuya obra fue suspendida por afectar la visibilidad.
Gilma Úsuga, vocera del proyecto, advirtió que la demolición del inmueble, que está pendiente de una orden final, sería ilegal.
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“Cualquier intervención en el proyecto constituye una actuación abiertamente antijurídica, sin respaldo legal alguno, y sería el Distrito de Cartagena quien deba responder por las afectaciones que hasta el momento se han causado, tanto a los constructores como a cientos de familias cartageneras que invirtieron sus ahorros en este proyecto debidamente licenciado”, indicó.
Los monumentos de Cartagena siguen abiertos al público en su horario habitual.
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