El sepelio del joven extranjero que murió ahogado ocurrió en las calles de Ocaña. Sus amigos y familiares alzaron el ataúd, mientras sonaban canciones y se repartía licor. Eran más de 100 personas.
En su defensa, los ciudadanos venezolanos que participaron aseguraron que se trató de un ritual.
"Tenemos la costumbre, desde hace rato ya, de hacer eso cuando hay un fallecimiento de un familiar; uno le pone música y esto. Yo lo veo normal", dice Jefferson Parra, quien participó.
Al sitio llegó la Policía para controlar la situación y se impartieron sanciones por violar las medidas sanitarias
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En Ocaña hay confirmados 26 casos de coronavirus, por lo que la comunidad pide mayor control a quienes incumplen las medidas de bioseguridad.