Este fin de semana, en Cúcuta , se cumplieron las exequias del padre Manuel Ubaldo Jáuregui, asesinado en África a comienzos de marzo. Su cuerpo fue repatriado para que familiares, amigos y fieles le dieran el último adiós.
El padre Manuel Ubaldo Jáuregui estuvo varios años en Sudáfrica, predicando la palabra de Dios.
El pasado 7 de marzo fue asesinado en Luanda, capital de Angola, luego de que sin intención chocara con un vehículo. Cuando el sacerdote descendió de su camioneta a revisar qué había pasado, el otro conductor lo apuñaló.
En contexto:
Desde ese momento los fieles y familiares hicieron todas las labores para repatriar el cuerpo del padre a Cúcuta, de donde era oriundo.
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“Fue un joven abierto a la comunidad. Nos da tristeza, nos da dolor verlo partir el día de hoy porque la verdad era un ser único, especial”, manifestó Víctor Ramírez, amigo de infancia del sacerdote asesinado.
Los fieles del barrio Cuberos Niño de Cúcuta, donde nació y se crio el religioso, rindieron homenaje y con dolor lo despidieron.
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“Nos criamos en la casa de los abuelos, vivimos siempre con él, lo vimos salir de acá para otro país; el mejor niño, el mejor amigo”, expresó Doris Rodríguez, amiga del sacerdote asesinado
El padre cucuteño Manuel Ubaldo Jáuregui dejó un legado entre sus amigos y familiares y es el servir al prójimo, por eso con gratitud y admiración fue despedido.