Mujeres del consejo comunitario de Alto Mira y Frontera, en zona rural de Tumaco, le apuntan a la agricultura renovable libre de cultivos ilícitos.
Ellas son el reflejo de centenares de campesinas madres cabeza de familia que luchan por sus hogares.
Sin importar las inclemencias del tiempo, dividen sus labores entre la agricultura y los oficios de casa. Su meta es no volver a sembrar cultivos ilícitos.
“Ya llevamos aproximadamente 3 años, pero pues no tenía como esa comercialización, como el cacao, que es visto por todo lado, pero es un buen producto porque es algo legal”, dice Ingrid Ampudia, madre cabeza de hogar y agricultora.
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Siguiendo sus instintos, cada una escogió lo que iba a sembrar. Así lo explica Daniela Rodríguez, una de las integrantes del proyecto: “Miramos que el terreno se prestaba y por eso decidimos sembrar el producto”.
Este es un ejemplo de sustitución de cultivos de uso ilícito. La historia de personas que dejaron a un lado la siembra de coca y transformaron sus terrenos en granjas.
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Para el agricultor Carlos Ampudia “esto unió a la familia porque aquí todos trabajamos, esto es un cambio que se dio, cuando era ilícito no era así”.
Estas familias solicitan al gobierno apoyo para transformación de productos y poder garantizar su comercialización.