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Jessica Giraldo es invidente, pero eso no le ha impedido que hoy sea una de las mejores trabajadoras de oficinas ópticas en Medellín. Se ha enfocado en el tema de los lentes y por eso, fácilmente, puede recetar cualquier fórmula.
“Cuando estaba muy niña, me dijeron un diagnóstico que era un diagnóstico progresivo y degenerativo que se llama malformación en las retinas”, contó Giraldo a Noticias Caracol.
En su día a día da ejemplo de tenacidad y despierta admiración de quienes llegan buscando sus servicios.
“Siempre nos dicen que nosotros le dimos la oportunidad a ella y nosotros estamos convencidos de que es ella quien nos dio la oportunidad a nosotros”, manifestó Anderson López Pérez, gerente de la Fundación Óptica Altamar.
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Para ella, ningún caso le queda difícil y cada paciente es un aprendizaje más.
“Cuando un paciente es atendido por ella, se sensibiliza, no solo porque cierre la venta, sino porque sale contento de la óptica”, señaló López.
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Jessica es la primera mujer invidente en Colombia que trabaja en una venta de ópticas. Ella no se hace la de las gafas para asumir cualquier batalla. Sentir que le devuelve la luz a otros es lo que más le apasiona hacer.
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