Clarissa Bandera Colorado tenía 46 años y quería cambiar algunos aspectos de su físico, por lo que le dijo a su esposo, Inocencio Angulo, de sus planes. Como él siempre estuvo en desacuerdo, ella decidió ir a escondidas a una clínica de garaje ubicada en un barrio de invasión en el oriente de Cali
y, tras el procedimiento estético, falleció.
Según se ha informado, a la mujer le inyectaron silicona líquida en los glúteos, lo que desencadenó su muerte.
Don Inocencio hizo un llamado vehemente a todas las mujeres para que eviten ir a sitios como estos.
“Que se quieran a ellas mismas, que se quieran como están, como Dios las manda al mundo. Nosotros, los hombres, cuando nos enamoramos de una mujer, gorda, flaca, como sea, es porque nos enamoramos como es. Así las queremos, así las amamos, entonces no tienen por qué hacerse procedimientos que no son adecuados y mucho menos en una zona que no es la adecuada”, declaró.
También denunció que su esposa no ha sido la única víctima de la clínica de garaje ubicada en el barrio Comuneros, en el oriente de Cali, asegurando que otras pacientes han sufrido las consecuencias de esta mala praxis y, pese a eso, el lugar sigue funcionando como si nada.
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