Una auxiliar de enfermería, que la mayor parte de su vida trabajó como facturadora en diferentes hospitales y clínicas de Valledupar, falleció esperando un tratamiento para sus complicaciones por el COVID-19.
Durante el tiempo que ella estuvo en UCI su familia inició una campaña en redes para conseguir tratamiento ECMO en la ciudad de Barranquilla, pero no fue posible por la alta demanda.
A Maira Elena Fuentes Montero, de 37 años, le diagnosticaroncoronavirus el 25 de diciembre, pero no logró recuperarse de la afectación respiratoria que le ocasionó el virus. Murió en una UCI de la Clínica del Cesar.
“Maira se desempeñó en el área de la salud, diría yo incondicional, de cuerpo y alma”, manifestó Ledys Ibeth Montero, familiar de la enfermera.
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Para tratar su condición médica, Maira requería un tratamiento ECMO, una especie de pulmón artificial, pero este es escaso y costoso en el país por la alta demanda.
“Son tratamientos ya de última hora para salvaguardar la vida, finalmente, como el último recurso que los médicos emplean en algunos casos especiales; sin embargo, no es tan fácil acceder a él y en la ciudad de Valledupar no tenemos ese servicio”, indicó Lina de armas, secretaria de Salud de la ciudad.
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Desde el inicio de la pandemia, Valledupar ha confirmado más de mil contagios entre los trabajadores de la salud, con 50 casos activos y cuatro víctimas fatales.
“Nosotros somos la primera línea de infectados de los pacientes que estamos atendiendo y por eso siempre tenemos un gran número de infectados, a pesar de todas las medidas que se toman en las diferentes clínicas y de las medidas de bioseguridad”, expresó Joaquín Maestre, presidente del Colegio Médico de Valledupar.
El segundo pico de la pandemia en Valledupar se pronostica para los primeros días de marzo. A hoy la ciudad tiene una ocupación de UCI del 42 por ciento.
El sepelio de Maira fuentes se cumplirá con una ceremonia en la que solo se permitirán 12 personas para evitar aglomeraciones.
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