Una célula terrorista de Al Qaeda raptó a la religiosa colombiana, en Mali, el 7 de febrero de 2017.
La mujer fue víctima del secuestro cuando realizaba su servicio pastoral en un orfanato en la aldea de Karangasso, en África occidental.
Ante la falta de información sobre el estado de la religiosa, sus familiares claman ayuda.
“Por favor, hacer las diligencias necesarias para que nuestra querida hermana vuelva al seno de su familia y de su comunidad. Hoy el mundo entero, el mundo católico, está esperando la liberación de la hermana”, dice su hermano Édgar Narváez.
Las autoridades en Nariño se solidarizaron con los familiares, pero reconocen que “no ha existido una característica que nos permita definir que existe voluntad de retornarla”, según el secretario de Gobierno, Francisco Cerón.
Los familiares de la religiosa esperan que este caso no sea olvidado y que, por el contrario, cuente con la participación de diferentes naciones, incluido el Vaticano.
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Updated: febrero 07, 2020 03:50 p. m.