Una familia lechera del municipio cundinamarqués de Funza denuncia la misteriosa muerte de 11 vacas de las 16 que les sirven de sustento a través del negocio de la venta de leche.
“El domingo, alrededor del mediodía, comenzaron a morir una a una las reses. El jueves, viernes y sábado no había pasado nada”, explica el campesino afectado.
A pesar del misterio, existe una hipótesis: “En el momento en que llegan a donde hay el agua, con sustancias desconocidas, empiezan ellas a tomar esa agua. El domingo en la mañana empiezan a morir después de mediodía”.
Ante la posibilidad de un hecho de contaminación, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca enviaron expertos para tomar muestras del suelo y del agua para ver qué tanto pudieron haber incidido en la muerte de 11 vacas.
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Una de las reses muertas será trasladada a la sede veterinaria de la Universidad Nacional para analizar, a través de una necropsia, las causas de estos decesos.