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Operaciones militares como Artemisa, con las que se buscaba combatir la deforestación que tanto afecta a las selvas de Colombia, dejarían de ser una realidad.
Así lo plantea la ministra de Ambiente designada, Susana Muhamad , quien en conversación con Noticias Caracol aseguró que va a hacer prevalecer el diálogo con las comunidades para frenar esta problemática.
“Cambia el enfoque que pasa de la militarización al proceso de conservación ambiental a buscar concertaciones sociales en el marco de la implementación del acuerdo de paz en esas zonas de frontera y de confrontación, para que el Estado en su conjunto, no solo el Ministerio de Ambiente, genere garantías sociales y económicas a los campesinos”, dijo.
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Para la ministra, el diálogo social no solo irá encaminado a frenar la deforestación, sino también para el control de los cultivos ilícitos, en donde no habrá lugar para las aspersiones con glifosato, a pesar del millonario contrato que firmó el gobierno de Iván Duque para adquirir más de 263.000 litros de este químico.
“Es un detrimento patrimonial porque es que la aspersión está prohibida por la Corte, está prohibida y no ha cumplido el gobierno las condiciones habilitantes. Entonces, de verdad, un detrimento lo que hizo el gobierno Duque invirtiendo en este glifosato”, sostuvo.
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Para Muhamad, los lineamientos de cómo se va a operar en esta materia se fijarán en conjunto con el Ministerio de Defensa a lo largo de su periodo.
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