Tras casi cuatro días de cautiverio, fueron liberados en zona rural de San José del Guaviare los 66 militares que permanecían secuestrados por la guardia campesina que, según el Gobierno, habría actuado instrumentalizada por las disidencias de las FARC.
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Uno de los soldados que estaban secuestrados narró cómo los maltrataban: “Cuatro días donde no nos permiten movernos para ningún lado. Estamos rotundamente rodeados de todas las personas que integran la guardia campesina”.
Las condiciones en que estuvieron los militares quedaron registradas en un video en el que se ve a los uniformados sin posibilidad de moverse del pequeño cambuche en el que estaban.
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Uno de los uniformados hizo la siguiente petición: “Estamos haciendo nuestras necesidades ahí adentro. Tenemos un soldado enfermo es por eso mismo. Estamos haciendo las necesidades dentro de la BPM (Base de Patrulla Móvil), eso es un pedacito pequeñito, déjenos ir”.
Ante esa súplica, uno de los integrantes de la guardia campesina respondió: “No, nada nada. Nosotros no les hemos dado el permiso para que salgan”.
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El general Raúl Vargas, comandante del Comando Conjunto N°3, manifestó, ante este atropello contra los uniformados, que “las comunidades deben entender que sacar la fuerza pública de los territorios es quedar a merced de los delincuentes”.
¿Qué dice el Gobierno sobre la autoría del secuestro?
En el Gobierno nacional hay contradicciones sobre la responsabilidad de este secuestro. Para el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, detrás de este hecho estaría el bloque Jorge Suárez Briceño, al mando de alias Calarcá, con quien se mantiene un cese al fuego.
“La gente de Calarcá tiene que ponerse seria, porque así no funciona ningún cese al fuego ni vamos a tener éxito en una negociación”, manifestó el ministro Cristo.
Por otra parte, para el jefe negociador con las disidencias de las FARC, Camilo González Posso, ese grupo armado de las disidencias no sería responsable del secuestro de los militares.
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“Es una acción mediada por unas comunidades que, por supuesto, viven y habitan en un territorio que durante 50 o 60 años ha sido parte de los territorios conflictivos en Colombia”, adujo Posso.
Las Fuerzas Militares informaron que, pese a las amenazas, los militares liberados seguirán desplegados en puntos estratégicos del departamento y advierten que no hay zonas vedadas para la fuerza pública en Colombia.
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