Rozagante y llena de vida nació Milagros en medio del desbordamiento del río Atrato en Boraudo, Chocó . Su abuelo recuerda las preocupaciones de la familia por la emergencia.
“Llovió mucho, estaba cayendo un aguacero, estaba haciendo frío, hubo mucho susto”, comentó Salomón Cuñapa Dumasá.
La corriente del río destruyó la vivienda donde vivían 12 indígenas emberas, entre ellos 9 niños, que ahora se albergan en un sitio inseguro y donde corren peligro.
“Estamos sufriendo, necesitamos de ayuda, algo para la casa también”, dijo Jéffer Enrique Dumasá, padre de Milagros.
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El médico Mario Díaz se solidarizó con la chiquita. Fue hasta su albergue, le llevó pañales y leche.
“Esperamos que toda la comunidad chocoana y aun nacional puedan brindarles mejores oportunidades a esta comunidad indígena”, afirmó.
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Otros jóvenes conformaron el grupo ‘Por amor a Boraudo’ para ayudar a los damnificados.
“Hemos estado arduamente 24 horas trabajando de la mano del consejo comunitario y de las demás entidades que llegan a nuestro corregimiento”, indicó Édinson Palomeque Blandón, líder de ‘Por amor a Boraudo’.
Con pocas pertenencias y sin elementos de bioseguridad han permanecido los habitantes en Boraudo, que piden que entre las ayudas les donen tapabocas, alcohol y gel antibacterial.
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“Porque por acá el coronavirus está muy avanzado y lo que necesitamos es protección”, señaló María Fernanda Córdoba, líder de ‘Por amor a Boraudo’.
En el comité de seguimiento de la ola invernal, la Gobernación del Chocó dispuso de 3.000 millones de pesos para obras de mitigación en el lugar donde se reubicarán a las 300 familias de Boraudo.
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Asimismo, le solicitó al Gobierno Nacional resolver con urgencia el tema de los albergues para 200 personas que perdieron sus viviendas en los municipios de Lloró y Carmen de Atrato.