De las viviendas que con esfuerzo y años de trabajo construyeron las familias en Piojó, Atlántico, hoy solo quedan los escombros.
"Como puedes ver solo escombros y grietas y una pequeña impotencia de una situación que se hubiera podido evitar”, dice Oswaldo Imitola, habitante del municipio.
Las 82 familias damnificadas ahora viven en la incertidumbre, porque además de perder sus viviendas aún no saben si podrán reconstruirlas. Mientras rescatan algunos de sus enseres, claman ayuda.
En cada esquina también se observan las mascotas que sufren los embates de la naturaleza porque también se quedaron sin hogar.
Publicidad
Apoyadas por el Ejército, otras 50 familias del corregimiento de Aguas Vivas evacúan sus viviendas. La zona quedó incomunicada por el derrumbe de un puente.
Las autoridades continúan con el censo de los afectados para entregar las ayudas necesarias.
Publicidad
El cementerio municipal fue cerrado por el colapso total de las bóvedas y las autoridades establecieron un cerco epidemiológico ante la alerta sanitaria.