Con un sentido homenaje, se cumplieron en Medellín las exequias del policía Carlos Andrés Rincón, quien fue asesinado en Cali y cuyo cuerpo apareció en el río Cauca.
Rincón era el menor de ocho hermanos, tenía 33 años, ocho de ellos dedicados a la institución. Su hermano Giovanny fue el último que pudo escucharlo, el martes de la semana pasada.
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“Hablamos de él, de cómo estaba, nunca me dijo que tenía problemas. Él no estaba metido en ese conflicto. Como servidor público todo el mundo lo quería en esa estación, tanto en Cali, por eso tantos homenajes que le han brindado”, expresó Giovanny Rincón, hermano del patrullero asesinado.
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Este miércoles, Carlos Andrés fue despedido con honores. El silencio que acompañó la calle de honor de sus compañeros reflejó el profundo dolor y la rabia que produjo la tortura a la que habría sido expuesto antes de morir.
“Le pediría al Estado que, por favor, llegara a las últimas estancias para esclarecer estos hechos porque realmente mi hermano fue asesinado vilmente, realmente lo encontramos ya en un estado deteriorado y muy lamentable”, agregó Giovanny.
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La Policía informó que el patrullero fue atacado con arma de fuego y armas blancas por delincuentes, en el sector Paso del Comercio, uno de los sitios de bloqueo en la capital del Valle.
“Un acto demencial que no tiene explicación ni justificación alguna y por eso va a tener la respuesta de la autoridad y de la institucionalidad y de todas las capacidades de la Policía Nacional”, indicó el general Gustavo Franco, comandante de la región 6.