Ante el fuerte llamado que hizo la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, a las Fuerzas Militares
, Noticias Caracol consultó a expertos en conflicto sobre el impacto de lo que ella dijo. Algunos aseguran que es una forma de presionar a los militares. Otros creen que debe haber una alineación entre la política de seguridad y la paz total.
“Es hacer un cuestionamiento público, yo creo que no solo a la fuerza pública, también en general a la política de paz total, a los resultados de la política de paz total, y esta la pone mucho más cerca de su base social, de pronto la distancia de otros miembros del Gobierno. Definitivamente, creo que ya está priorizando su base por encima de los acuerdos internos dentro del Gobierno”, argumentó Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares).
Para otros analistas, el mensaje de la vicepresidente Francia Márquez es el resultado de una desconexión entre la política de seguridad y el proyecto de la paz total.
“La visión es válida y oportuna, pero las formas y el contexto no lo son. El problema no empieza ni termina con las fuerzas del Ministerio de Defensa, comienza por un mal diseño del esquema de negociación, porque cuando usted como alto comisionado, o quien esté al frente de la negociación, lo primero que hace es prometer un cese al fuego, eso tiene unas implicaciones operacionales. En el último año, lo que hemos visto es un desajuste, una desalineación entre la agenda de paz y de seguridad en el sentido de que la estrategia de prometer ceses rápido y abrir mesas muy rápido sí tiene impacto sobre la profundidad de las acciones y de la ofensiva militar”, explicó Alberto Sánchez Galeano, analista en conflicto y crimen organizado.
Mientras tanto en el territorio, líderes ven con buenos ojos la exigencia de la vicepresidenta, pues aseguran que debe haber un respaldo de las Fuerzas Militares.
Publicidad
“Su presencia siempre tendrá un papel importante en varios contextos en el departamento del Cauca. Esperemos que esto sea para superación de problemas que tiene el departamento. También hay que resaltar y decirle al Gobierno que no solo la fuerza pública es la solución para abordar las crisis sociales y económicas”, anotó Mauricio Capaz, líder de derechos humanos del Cauca.
El departamento del Cauca ha sido escenario de cerca de 170 acciones violentas en el último trimestre, que, según las autoridades, fueron cometidas por las disidencias de las FARC. Estas son algunas recientes:
- El 12 de agosto del 2023 se presentaron enfrentamientos entre las disidencias de las FARC y las fuerzas militares en Morales, Cauca.
- El 10 de septiembre, un artefacto explosivo destruyó sede del Banco Agrario en Jambaló.
- El 12 de septiembre se presentó un nuevo ataque contra hombres del Ejército en Timba. Siete soldados resultaron heridos.
- El 20 de septiembre hicieron estallar un carro bomba en Timba, que provocó la muerte de dos personas y dejó otras dos heridas.
La violencia reiterada llevó al Gobierno a reforzar la seguridad en el Cauca, donde la población se prepara para realizar una marcha por la paz.
Publicidad
Juan Manuel Torres, analista del conflicto y violencia para el Cauca, habló en Noticias Caracol sobre la situación que se ha venido presentando en el departamento y el duro llamado que hizo la vicepresidenta Francia Márquez.
“Es muy importante que la vicepresidenta, una líder social del norte del Cauca, entienda que más que explicaciones, desde su cargo, el cargo en el Gobierno, tiene que hacer un llamado a las acciones. Dice que en el norte del Cauca no ha visto una situación como esta de atentados, ataques. Sin embargo, el Cauca ha vivido este tipo de situaciones en muchos municipios. Recordemos, por ejemplo, que hace un año la localidad del municipio de Argelia fue destruida con un carro bomba. En este momento, la Alcaldía está destruida, entonces, la fuerza pública está en unos cambios, se están sintiendo, pero no es suficiente. Lo que pasa en el Cauca es muy delicado, también la sociedad civil presiona para que se busquen las salidas pacíficas y la vicepresidenta estaba en mora un poco, porque la paciencia de los caucanos se empieza a acabar”, analizó Torres.