La ampliación de la frontera agrícola, la construcción de carreteras, la contaminación y la cacería tienen en riesgo al paujil de pico azul, un imponente pájaro que solo se encuentra en el caribe colombiano y que no habita ninguna otra zona del planeta.
Su cresta crespa y negra y el color particular de su pico, lo convierten en un ave única que habita principalmente los bosques húmedos tropicales. En la actualidad, al paujil de pico azul solo se le ve en el Parque Nacional Tayrona, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de las Quinchas, el Parque Nacional Paramillo y el norte de Antioquia.
Sin embargo, esta especie endémica de Colombia, es decir, que solo se encuentra en este país, se encuentra catalogada "en peligro crítico de extinción". Por eso, la organización internacional de protección del medio ambiente Wildlife Conservation Society (WCS) recomienda medidas fundamentales para que el ave viva.
De acuerdo con Leonor Valenzuela, coordinadora de análisis y síntesis de WCS, esas estrategias “pueden ir desde la recuperación del hábitat de las especies, los procesos de restauración y la conservación de los hábitats ya existentes a través de acuerdos de conservación”.
Este punto es clave, pues en vista de que muchas de estas aves viven cerca de zonas pobladas y no se encuentran en áreas protegidas, son víctimas de la cacería frecuentemente. De voz a voz viaja el mito de que esta especie tiene oro. Otros, la capturan para el tráfico ilegal y otros tan solo la matan por sus huevos.
Aunque es considerada una de las aves más emblemáticas del país, después del cóndor andino, en la actualidad pueden existir menos de 2.500 ejemplares de paujil de pico azul. Según la Lista Roja de Aves de Birdlife International, esta especie hace parte de las 17 en riesgo crítico de extinción que se encuentran en Colombia y de las 225 a nivel mundial.
Por este motivo, es importante mantener o ampliar los acuerdos de conservación con las poblaciones que viven cerca del hábitat de estas aves, como lo explica el investigador líder de WCS, Igor Valencia.
“Hay que modelar unos acuerdos de conservación con algunos terrenos y unas fincas, donde los propietarios de los predios se comprometan a que en sus predios no se haga cacería”, aseguró.
La misión del paujil de pico azul es vital para la regeneración vegetal, ya que son grandes dispersores de semillas. Además, hace parte de la riqueza de Colombia como nación, permitiendo que el país sea uno de los más biodiversos del mundo.
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