Afirma que dos ciudadanos venezolanos le pegaron hasta en la cara con la cacha de un arma para quitarle las onces que llevaba para su hija.
“Con la pistola me abrieron la ceja como cuatro centímetros, la cabeza, me tumbaron al piso y me revolcaron”, afirma la mujer con evidentes heridas.
Relata, además, que los dos criminales la esperaron a la bajada de un Transmilenio para seguirla hasta su vivienda.
“No me dicen nada. Ellos me cogieron en la 19 con 18, pasando el ferrocarril, yo vivo por ahí. Iba para mi casa”, dijo.
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Por fortuna, los policías de la estación Mártires estaban en plena ronda, persiguieron a los dos delincuentes y los capturaron.