A las afueras de la sala urgencias del Hospital Tomás Uribe Uribe de Tuluá, la angustia se apodera de los familiares de los reclusos que quedaron heridos en medio del motín de este martes.
“Se recibieron un total de 14 pacientes, 11 de ellos con compromiso severo de conciencia, por lo cual nueve de ellos fueron remitidos a nuestra UCI, intubados, y dos de ellos por la gran extensión de quemaduras, casi del 100% de sus cuerpos, tuvieron que ser remitidos a una unidad de quemados de la ciudad de Cali”, indicó Felipe José Tinoco, gerente del Hospital Tomás Uribe Uribe
Otros familiares no han podido establecer dónde están recluidos ni en qué condiciones de salud se encuentran sus parientes.
“Es una cosa muy grave porque la realidad es que nadie nos da información, ni Inpec ni nadie nos da información de nada. Usted va a averiguar y es con unas vainas todas raras. Si los presos están conscientes por qué los del Inpec no dejan que den los nombres”, reclamó Juan Carlos Llano, familiar de un herido.
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Adentro del Hospital Tomas Uribe Uribe, las habitaciones permanecen custodiadas.
Desde la Secretaría de Salud señalaron que a la Clínica Maria Ángel fueron remitidos otros siete heridos, cuatro de ellos en cuidado intensivo, mientras que en la Clínica San Francisco hay otros cinco, dos de ellos en UCI.
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Doña Luz María Perlaza es una de las muchas madres que no tienen noticias de su hijo.
“Yo no sé si voy a sobrevivir porque usted sabe que una persona que sufre de presión no puede tener estas emociones, entonces yo le pido a las autoridades que por favor me den noticia de mi hijo. Me responden por mi hijo”, manifestó la mujer.
“No nos dicen nada, solo revelaron los nombres de los que están bien, pero de los muertos, de los heridos, no revelan nada y ya es mediodía, tenemos derecho a saber de los familiares”, dijo Luz Celly Largo, familiar de un recluso.
En la parte posterior de la cárcel de Tuluá, en medio de la desesperación, algunas familias intentaron comunicarse por medio de gritos con los internos.