Las familias multiespecie, es decir, aquellas que no están conformadas solo por seres humanos, fue tema de la Corte Suprema de Justicia. Se dio ante una acción de tutela de una pareja que se estaba separando y que disputaba la tenencia de las mascotas.
Y es que ante el fallo de la Corte Suprema se abre un gran debate: ¿los perritos o animales de compañía son simplemente una mascota?, ¿tienen que ser considerados como hijos y hablarse de familias multiespecie?, ¿pueden ser embargados en un proceso de separación?
Esto último fue lo que estudió la Corte Suprema de Justicia al analizar una tutela.
La familia multiespecie volvió a ser tema de discusión, esta vez en la Corte Suprema de Justicia gracias a la tutela interpuesta por una mujer que pretendía que se levantara el embargo y el secuestro de dos mascotas, lo que se dio en medio del proceso de separación de su pareja.
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Aunque la tutela fue negada, lo que sí queda en el fallo fueron las dos posiciones frente a lo que sería la familia multiespecie.
Paola y Jairo son un ejemplo. Piña es su mascota y ellos la consideran parte de la familia, como una hija.
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“Es nuestra hija. Muchos dirían 'pero no es una persona'. No es una persona, pero es literal nuestra hija en cuanto la cuidamos, la queremos, estamos pendientes. Así como hay familias cuyo proyecto de vida era tener hijos y demás, pues el de nosotros, por condiciones médicas mías, pues decidimos tenerla a ella”, explica Paola Ramírez.
“Yo soy el padre de la niña, así la llamamos, y sí, la consideramos nuestra hija”, indica el esposo de Paola, Jairo Puentes.
Por ello, al considerarla una parte de la familia no conciben que su perro sea tratado como un objeto, como un juez lo dictaminó en el caso conocido por la Corte Suprema de Justicia y que ordenó el embargo de dos perritos.
“No estoy de acuerdo, pero la ley se tendría que modificar incluyendo a las especies, independientemente la mascota que se tenga, e incluirla fuera de los bienes. Estamos hablando de un ser vivo”, dice Jairo.
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“No es un objeto, no es una cosa. Es un ser que tiene necesidades y va a sentir tristeza en el momento que lo alejen de su familia”, añade Paola.
Si bien la tutela fue negada, el magistrado de la sala civil Aroldo Quiroz señaló que este caso sí debió ser fallado y reprochó que la sala haya desaprovechado la oportunidad para dar directrices sobre una figura novedosa en Colombia como es la familia multiespecie.
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Por su parte, Paola y Jairo aún aspiran ser reconocidos así, como una familia especial.
“La familia, el hogar, lo que lo forma es el amor que uno pueda sentir por un ser, independiente de si es un ser humano, un can o un felino”, opina.
El exmagistrado Jaime Arrubla explica que por ahora, cuando un caso de separación llega ante un juez, el tratamiento con las mascotas debe darse como ocurrió en el caso estudiado por la Corte Suprema.
“Un juez embargó un par de mascotas, dándoles el tratamiento que dice el Código Civil que podrían ser fruto de estas medidas cautelares”, indicó Arrubla.
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El tema está aún sin definir por las autoridades, pero la pregunta que queda planteada es si llegó hora de reconocer un nuevo modelo de familia en la que estén incluidas las mascotas como parte de ella y no como un objeto que pueda embargarse.