Masacre en Aguachica: lo que La Diabla habló con la Policía el día del asesinato de familia Lora
Zaida Andrea Sánchez, alias La Diabla, presenció cómo un sicario entró al restaurante y acribilló a la familia de religiosos. Ella, al notar el peligro, salió a correr y el asesino la reconoció.
Los señalados sicarios que asesinaron al pastor Lora y su familia en Aguachica, Cesar,
habrían regresado hasta el lugar en el que cometieron el crimen para darse cuenta de que asesinaron a las personas equivocadas, pues la orden que tenían era acabar con la vida de Zaida Andrea Sánchez alias La Diabla, peligrosa narcotraficante, y quienes la acompañaban.
Sin embargo, una equivocación por parte de los criminales hizo que toda una familia de religiosos fuera cruelmente acribillada y la mujer a la que tenían la orden de asesinar (La Diabla) lo vio todo y, de hecho, ella misma alcanzó a hablar con la Policía como testigo de lo sucedido.
Alias La Diabla y la hija del pastor Lora vestían igual: foto lo comprueba
El fiscal del caso y el investigador del Gaula de la Policía Nacional revelaron ante un juez de control de garantías las pruebas que tienen en contra de los cuatro hombres capturados por la masacre de la familia Lora. Entre las pruebas, las autoridades dieron a conocer la foto que comprobaría que los delincuentes se equivocaron de víctima y terminaron apuntando como objetivo a Ángela Lora, su papá, su mamá y su hermano.
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Y es que, de acuerdo con la foto revelada por los investigadores, alias La Diabla y Ángela Lora, el día de los hechos, estaban vestidas con prendas muy parecidas e incluso el peinado que llevaban era prácticamente el mismo.
Los investigadores concluyen que la equivocación de los sicarios se dio luego de que alias Jairo Andrés Miranda, alias El Logístico, le estuviera haciendo seguimiento a alias La Diabla el día de los hechos, luego de que la mujer estuviera asistiendo al velorio de su esposo Alexander González Pérez, alias El Calvo.
Alias La Diabla y Ángela Lora estaban vestidas con una camisa blanca y un pantalón negro -
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En medio del seguimiento que estaba haciendo ‘El Logístico’, este le habría dicho al señalado sicario, José Leal Rodríguez, y al motociclista Jorge Luis Valderrama, que Zaida Andrea Sánchez llevaba puesto una camisa blanca y un pantalón negro, además de que estaba acompañada por unas personas. La orden que tenían los sicarios era matar a esta mujer y a sus acompañantes.
Una lamentable confusión fue la que habría terminado con la vida de la familia Lora, pues Ángela Lora, hija del pastor Marlon, tenía puesta una camisa blanca y un pantalón negro, igual que La Diabla.
Cuando el sicario ingresó al restaurante El Establo, lo primero con lo que se topó fue con la mesa de la familia de religiosos y, al ver que Ángela cumplía con las características de la mujer a la que tenía que asesinar, lo primero que hizo fue acribillar a la familia Lora, que se encontraba en el sitio almorzando luego de salir de una vigilia en la iglesia Templo Príncipe de Paz, lugar que ellos dirigían.
Así estaban sentados en el restaurante -
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Aunque algunas versiones indicaban que el blanco de los sicarios era el pastor Marlon Lora y su familia por una presunta relación entre el religioso y el esposo de alias La Diabla, lo que las autoridades dijeron fue que el pastor no tenía ningún tipo de contacto con El Calvo y que, más bien, los cuatro estaban en el lugar equivocado el día de la masacre.
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El fiscal del caso aseguró que alias La Diabla fue una de las personas que brindó información a las autoridades el día de los hechos, que fungió como testigo. Zaida Andrea Sánchez habló de lo que vio ese día y luego escapó del lugar.
Lo que la peligrosa narcotraficante no les dijo a las autoridades luego de la masacre de la familia Lora fue que el sicario la vio a ella luego de que mató a los cuatro religiosos y que ella salió al correr.
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Al presuntamente notar el asesino que se equivocó de víctimas e identificar a La Diabla, le comenzó a disparar, pero ella consiguió escapar del sitio y huir hacia la estación de Policía más cercana.
Los cuatro hombres capturados por este hecho fueron enviados a la cárcel por un juez de control de garantías mientras se esclarece el crimen. Ninguno de los acusados aceptó los cargos imputados por el fiscal del caso.