El caso de la niña africana abandonada en el aeropuerto El Dorado de Bogotá
refleja el drama de los migrantes que cruzan Colombia tras el sueño americano.
Un fenómeno de cifras desgarradoras: según la Organización Internacional para las Migraciones, este año han pasado por Colombia casi 400.000 migrantes, es decir, un promedio de 1.095 cada 24 horas.
El 60,2% de los inmigrantes irregulares ingresan por la frontera venezolana, el 39,4% por la frontera con Ecuador y el 0,3% por el límite con Brasil.
La mayoría de migrantes son venezolanos, haitianos, chinos, ecuatorianos y chilenos. La mayor parte de estas personas llega hasta Necoclí en el Urabá, para cruzar el complejo Tapón del Darién.
Giovanni Sanabria es uno de ellos: “Salí con mi hijo hace un año y cuatro meses con la esperanza de buscar un futuro mejor, porque uno está luchando por sus hijos. Bueno y aquí estamos”.
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Giovanni trabaja en las calles vendiendo frutas para reunir el dinero necesario y poder avanzar en su travesía: “Hablé con un muchacho que trabaja aquí, porque aquí hay que buscar trabajo para poder sobrevivir, y me dijo que agarrara una carreta y que lo ayudara a vender y que me ganaba cualquier cosita”.
Cómo él, otros migrantes acampan en pésimas condiciones a la orilla del mar, esperanzados en poder cruzar.
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El migrante Luis Flórez señaló que “yo tengo aproximadamente un mes y medio caminando de Medellín hasta aquí, pero estamos viendo la situación muy difícil para salir adelante porque como están las cosas no nos da”.
Algunos migrantes están considerando desistir por falta de dinero para continuar su travesía.
“Acá estamos y no se nos dio la oportunidad de salir adelante, creo que nos va a tocar regresarnos porque no hay la plata suficiente para continuar el viaje”, precisó por su parte Wilfredo Andrade, extranjero.
Solo en 2023 se triplicó el número de colombianos que han cruzado la selva del Darién. Al respecto, el defensor del pueblo, Carlos Camargo, señaló que “a pesar de las advertencias de las diferentes instituciones del Estado y organizaciones humanitarias sobre los riesgos a los que se someten quienes cruzan la selva entre Colombia y Panamá, las cifras de migrantes irregulares siguen en aumento. Mientras en 2022 cruzaron 5.064 colombianos, en 2023 han pasado 15.897”.
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Pese a las penurias, la mayoría de los migrantes que llegan a Necoclí mantienen la esperanza de un futuro mejor.