En Quípama, Boyacá , fueron cerca de tres horas que duró la tormenta, que acabó con viviendas, vías y sepultó muebles y enseres.
“Nosotros estábamos durmiendo cuando escuchamos que llovía, y escuchamos un ruido y nos levantamos a mirar y cuando nos dimos de cuenta fue que bajaba la avalancha", indicó Rosa Medina, una habitante del municipio.
Como doña Rosa, que perdió sus animales y lo poco que tenía, decenas de familias también resultaron damnificadas
Las calles del pueblo en su gran mayoría quedaron tapadas de lodo y escombros. Cinco personas resultaron heridas.
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También varias hectáreas de cultivos y pastos se perdieron.
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Litoral de San Juan
A causa de las fuertes lluvias que han caído en San Antonio de Togoromá en el litoral del San Juan, los computadores que utilizarían los niños a partir del lunes en su escuela quedaron inservibles.
“Son los computadores que nuestros hermanos indígenas, en este caso la población infantil, estaban utilizando para poderse hacer a sus clases de forma virtual y a través de alternancia”, indicó Cristian Caicedo, habitante del litoral.
En el resguardo de Pichimá, 109 familias resultaron afectadas por un fuerte vendaval. Por eso, como pudieron y mientras llegan las ayudas, organizaron techos improvisados en las viviendas.
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El balance preliminar que entrega la Unidad de Gestión del Riesgo reporta afectación en 120 familias de cinco comunidades afro e indígenas, también en dos escuelas y en una iglesia.