‘Mala papa’ con campesinos colombianos: denuncian pérdidas millonarias por culpa de los importadores

Sembrar la papa que llega a su mesa en cada comida se volvió un verdadero dolor de cabeza para quienes la producen en nueve departamentos del país, nuestros campesinos. Este lunes, productores, líderes gremiales y gobierno hablaron de la situación y del Consejo Nacional de Papa que se realizará para analizar la crisis, pues, según cifras del Ministerio de Agricultura, el consumo de papa ha caído cerca de un 40 por ciento por culpa del cierre de colegios, escuelas y restaurantes, en medio de la pandemia del COVID-19.Luis Ernesto Gómez, cultivador de este producto en La Calera, Cundinamarca, dice que el problema no está solo en una caída del consumo.“No solo es el consumo, hay sobreproducción, se dejaron de cultivar el trigo, la cebada y el maíz. Se está importando el 95 por ciento de trigo, el 90 por ciento de la cebada y el 80 por ciento del maíz, todas las tierras que eran de esos cultivos ancestrales las están utilizando solo para papa; de ahí viene la sobreproducción y la crisis que estamos enfrentando”, indica.Según el gobierno, producir una tonelada de papa cuesta 596 mil pesos, pero con fecha a octubre de 2020, el precio de venta aparecía entre 470 mil y 474 mil pesos, es decir, un valor inferior al de producción hasta en 124 mil pesos.Pero Luis Ernesto afirma que producir una tonelada cuesta más: entre 750 y 800 mil pesos.Germán Palacio, gerente de Fedepapa, también analiza la situación.“Valoramos el esfuerzo del gobierno, cuando destinó 30 mil millones de pesos para los pequeños productores, pero pensamos que hay otros aspectos a revisar”, señala.¿Cuáles? “El dumping, que es una práctica desleal de comercio, de países como Bélgica, Holanda y Alemania, que venden por debajo de los costos de producción de allá, para acabar con los productores colombianos”, explica Palacio.“Por ejemplo, los productores belgas le venden a Colombia la papa pre cocida y congelada, es decir la papa a la francesa, más barata que como se la venden a Inglaterra, que es un mercado cercano, de la comunidad europea, sin aranceles y sin fletes; lo que buscan es acabar con el mercado nacional”, agrega.¿Colombia necesita importar papa o está en capacidad de abastecer la demanda?“Somos autosuficientes en papa, otra propuesta es buscar otros mercados potenciales”.¿Cuántas familias dependen de la producción y comercialización?“Hay 100 mil productores de papa en 126 mil hectáreas, se producen 2 millones 650 mil toneladas, la papa utiliza 20 millones de jornales al año, 360 mil familias dependen directa o indirectamente del cultivo, se producen alrededor de 220 mil toneladas mensuales, estamos perdiendo entre 400 y 450 pesos por kilo. Es decir, el daño mensual en los productores de papa asciende a 100 mil millones de pesos”, añade el líder gremial.Por su parte, el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, habla de las medidas que se están tomando para brindar una soluciones a las familias que se encuentran casi que en la quiebra.“Desde el inicio de la situación hemos estado acompañando a los campesinos cultivadores de papa, este gobierno ha hecho cosas que nunca antes se habían hecho en las crisis de papa. Fuimos el gobierno que puso las medidas antidumping, se le puso un sobre arancel a la papa importada y en ese momento esas medidas fueron extendidas en el tiempo mientras se hace la investigación”, manifiesta el alto funcionario.“Este año, a septiembre, las importaciones de papa han disminuido en 16 por ciento, se han hecho importaciones de papa de unas 57 mil toneladas. Normalmente, cada año, se importan 100 o 110 mil toneladas de papa, eso es un 4 o 5 por ciento de la producción; este año se espera tener una producción de 2 millones 650 mil toneladas”, asegura. “Sacamos un incentivo de 30 mil millones de pesos, se les va a dar hasta 1 millón 240 mil pesos por 10 toneladas de papa”, expresa el ministro.Sin embargo, ese monto es cuestionado por los paperos. El cara a cara entre cultivadores y gobierno será en el Consejo a realizarse este lunes para tratar de salvar la crisis.