Cargaron las fotos de sus hijos y marcharon para que la historia de los jóvenes asesinados por militares y presentados como guerrilleros muertos en combate nunca se repita.
Los caminantes llegaron de todas partes del país, en algunos casos, para exigir mejores condiciones en zonas golpeadas por la violencia.
Estos colombianos, a pesar del dolor de sus historias, salieron a las calles porque creen posible un cambio para Colombia.