En 1980, la violencia hizo que Verónica, una mujer del Caribe colombiano, se separara de su hijo, quien para la época era solo un niño. Más de tres décadas después, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas y la Defensoría del Pueblo ayudaron para que pudieran vivir un emotivo reencuentro.
El municipio de Madrid, Cundinamarca, fue el punto de encuentro pactado para el reencuentro. Pese a que durante todos estos años no tuvo razón de su pequeño, en su corazón de madre vivía la esperanza de encontrar a Jerónimo con vida.
"Nunca perdí la fe, siempre doblaba rodilla y oraba todas las noches", confesó la madre del desaparecido.
El proceso para el reencuentro con su hijo comenzó de manera oficial en 2007, cuando la Defensoría del Pueblo activó la Ruta de Atención para Víctimas del Conflicto Armado. En 2019 se unió a la ardua tarea la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas.
Los esfuerzos rindieron frutos, pues Jerónimo fue ubicado en el municipio de Madrid gracias a una base de datos de habitantes en condición de calle. Una prueba de ADN concluyó que la madre había encontrado a su hijo.
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Más 30 años después y en medio de aplausos, llegó el momento del anhelado reencuentro con su hijo.
"Toda esta parte de los 30 y pico de años que tengo de no estar con ella es un karma que he vivido en la vida", confesó Jerónimo, quien pasó muchos años en las calles.
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Tras la emotiva reunión, Verónica entregó un esperanzador mensaje a todas esas miles de personas que siguen en la búsqueda de sus seres queridos. "Fortaleza, ánimo, confianza, doblen rodilla, superen, porque esto es un trabajo bien hecho", destacó.