“(Lyons) no pagaba sin antes garantizar lo que le correspondía”: testigo del cartel de la hemofilia

Guillermo José Pérez relató el complejo entramado desarrollado desde la Gobernación de Córdoba para saquear las arcas de la salud.
Pérez fue uno de los mayores contratistas durante el mandato de Alejandro Lyons en la Gobernación. Gracias a esa posición privilegiada, hoy es una de las piezas claves en el esclarecimiento del cartel de la hemofilia y uno de los principales testigos en contra del exgobernador.
Desde su hogar, Pérez señala que Lyons fue el cerebro del sistema de defraudación de los pacientes de hemofilia en Córdoba. “Alejandro no pagaba una cuenta sin antes garantizar que se le iba a entregar lo que le correspondía a él", dice.
De igual manera, este reveló que la mayor parte del botín se la llevaba el entonces gobernador:  "El porcentaje que se le allegaba al señor Alejandro era del 30%, el 3% para el secretario de Salud. Yo, Guillermo Pérez, entregué $13 mil millones de pesos".
Según Pérez, el encargado de hacer dicha repartición fue el empresario Sami Spath, mano derecha de Lyons: "Era la persona que se encargaba de entregarle el dinero, era la persona que se encargaba de garantizar que las cuentas sí se pagaran”.
Sobre su vinculación al cartel, el contratista señala a Cristóbal Cabrales como su primer enlace. Cabrales, quien era intermediario entre las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y la Gobernación, le habría hablado de un negocio en el que se incentivaba económicamente a los empleados de la IPS Unidos por su Bienestar a que reclutaran pacientes que supuestamente tenían hemofilia.
"Generamos un incentivo por facturación. Dependiendo la facturación que generáramos, le íbamos dando un incentivo a ellos, como especie de una comisión. Eso no representaba mucho dinero, algunos, dependiendo del número de pacientes, les llegaban 500.000 o 600.000 mil pesos", dijo el testigo.
Guillermo José Pérez también afirmó que los dineros del desfalco de la salud llegaron a los bolsillos de varios políticos, entre ellos Sara Piedrahíta -investigada por recibir cerca de 1.100 millones de este cartel- y Daniel Cabrales. A este último, el contratista le habría entregado 90 millones de pesos para que desde el Congreso se hicieran las gestiones para ampliar el cartel de la hemofilia a otras zonas del país.
Lea, también:
Documento probaría que Alejandro Lyons sí supo del cartel de la hemofilia en su gobernación