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Lustrabotas que gana medio salario mínimo responde por 6 nietos: “Es como mi mamá y papá, lo amo”

Este abuelo se hizo cargo de los niños luego de que su hija los dejara bajo su cuidado por falta de recursos. Lanzan campaña para reunir dinero y darle una casa.

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Alfredo Suárez, a sus 57 años, tiene seis nietos, cuatro niñas y dos niños, que dependen económicamente de su trabajo como lustrabotas en Fusagasugá. Dice que su hija los dejó a su cuidado por falta de recursos para sostenerlos.

Lo que sucedió fue que mi hija vivía con un muchacho y el papá de los niños la dejó abandonada y ella no tenía, estábamos graves y, entonces, yo comencé a coger uno por uno y me fui haciendo cargo de ellos”, asegura Alfredo.

Antes del amanecer, les prepara el desayuno para llevarlos al colegio, pero, cuando llueve, salen sin consumir alimentos porque el improvisado fogón de leña es imposible prenderlo.

“Los llevaba sin desayuno a estudiar porque me tocaba prender un fogón de leña para hacerles desayuno y, cuando llovía, no les podía prender eso y los llevaba a sin desayuno al colegio”, comenta.

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Luego de rebuscarse el diario y con fuertes dolores de espalda, llega a su humilde vivienda, donde recibe el mejor de los regalos, un efusivo abrazo de sus adorados nietos.

Me he puesto a llorar porque hay momentos en que ellos me piden la comida y yo, desesperado, yo de dónde, no tengo plata, no tengo mercado, no tengo nada, pues me ha tocado ponerme a llorar, porque yo espere, espere, yo miro a ver qué hago, qué hago”, afirma.

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Este abuelo lustrabotas también se convierte en maestro, pese a sus pocos conocimientos por falta de estudio.

“Nos ayuda a hacer tareas, nos hace el almuerzo, por eso lo quiero mucho. Él es como mi mamá y papá y lo amo mucho”, manifiesta una de sus nietas.

Don Alfredo paga 200.000 pesos de arriendo por un ranchito, que con los fuertes vientos se destecha y termina causándole emergencias.

“El 20 de febrero yo estaba cumpliendo 57 años y a las ocho de la noche se me desentejó eso y cuando comienza a caer el agua y yo con los niños ahí”, recuerda.

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Los policías de Fusagasugá, que son sus clientes en el arreglo del calzado, se han solidarizado con su situación.

Esta campaña es por don Alfredo, sus seis nietos y esperamos que toda Colombia nos ayude porque los buenos somos más”, dice la mayor Claudia Patricia Vargas, comandante de la Policía de Fusagasugá.

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“Esto uno lo hace de corazón, me nace del corazón, soy padre también y veo a Alfredito todos los días luchando por llevar un diario a su casa, donde está a cargo de seis niños”, agrega el sargento Luis Rosero, integrante del cuerpo de prevención de la Policía de Fusagasugá.

Alfredo hace un llamado a las personas de buen corazón, para que lo ayuden a sacar adelante a sus nietos, que son lo que más quiere en el mundo.

Si quiere colaborar, puede contactarse al número 3135700865.

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