Desde que inició operaciones en el 2019, la planta de aguas residuales de EPM, en Bello , se convirtió en una pesadilla por los malos olores. Según los denunciantes, el avalúo de sus propiedades cayó hasta en un 60%.
René Perugache fue una de las 100 personas que decidieron demandar, en grupo, a EPM, la Alcaldía de Bello y otras entidades públicas.
“Muy desagradable, muy repugnante, no se puede comer. En las noches, ni abriendo las ventanas, el calor tan insoportable y esos olores que no dejan lugar a la convivencia”, manifestó Perugache.
Un juez civil ordenó embargar las cuentas bancarias de la empresa por valor de 30 mil millones de pesos.
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“Lo que hace es garantizar que en el evento de que se condene una sentencia de los perjuicios que están reclamando haya dinero para pagar esos perjuicios y la medida cautelar va encaminada hacia esa garantía”, señaló Balkis Rivera, abogada del grupo demandante.
Esto significa congelar las cuentas bancarias de EPM y las otras entidades públicas, medida cautelar que, según la empresa, no ha sido notificada.
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“A la fecha, repetimos, EPM no ha sido notificada ni comunicada por parte de ningún juzgado civil del municipio de Bello del decreto de medida cautelar. Aparentemente, el juzgado primero civil del circuito de Bello ha ordenado el embargo de cuentas, entre otras, de entidades como EPM y Aguas nacionales EPM, hasta por la suma de $30.000.000.000”, indicó la compañía.
EPM se permite informar a la opinión pública pic.twitter.com/01LjMC4YBi
— EPM estamos ahí (@EPMestamosahi) August 3, 2021
El proceso continúa en dos juzgados, uno civil en Bello y otro administrativo en Medellín.
Diez mil habitantes de siete barrios de Bello piden remuneración económica por los perjuicios ocasionados por la planta de Aguas Claras y pronta solución a los malos olores.