El asesinato del ciudadano sueco-británico Kile Mackenzie fue la última pieza del rompecabezas en el caso de la bandaLos Tarjeteros de Jhorens, banda en Medellín dedicada a robar extranjeros en Medellín.
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En medio de la reconstrucción del caso por parte del Gaula de la Policía se conoció un video en el que Kile sale del AirBnb que había arrendado y un carro rojo al que se sube. Esa fue la última imagen con vida del extranjero.
“Cuadras más adelante sería abordado por otros integrantes de la estructura, quienes eran los encargados de amedrentar, amenazar y herir”, señaló el mayor Gabriel Niño Silva, comandante del Gaula de la Policía del Valle de Aburrá.
El automóvil fue identificado y las autoridades hicieron seguimiento durante tres meses a la banda, que seguía con el mismo modus operandi: contacto por redes con mujeres, un vehículo supuestamente pedido por plataforma y golpizas a sus víctimas, a quienes además les vaciaban las tarjetas de crédito.
En interceptaciones telefónicas se evidenció cómo se jactaban de sus robos:
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Hombre: “Lo tenemos por allá en una finca en Copacabana. Es que compramos, amor, 13 millones en tecnología. ¿Sabe qué compramos?"
Mujer: "¿Qué?"
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Hombre: “Compramos un bafle de esos Bose, todos chimbas. Compramos dos JBL de esos grandes. Mejor dicho en este momento, amor, estoy con una tarjeta en el bolsillo que tiene como 70 palos ahí metidos para gastar”.
Estas interceptaciones telefónicas también fueron fundamentales para la captura y encarcelamiento de diez integrantes de la banda en Medellín.
La Fiscalía pidió imputarles los delitos de homicidio agravado, secuestro extorsivo, concierto para delinquir, hurto calificado y uso de menores para cometer delitos.
La Personería entregó cifras preocupantes sobre el hurto a turistas y extranjeros en la capital de Antioquia. “Frente al componente de hurto a personas, es de más de 300 denuncias interpuestas por ciudadanos extranjeros”, indicó Carlos Calle, líder del observatorio de turismo de la Personería.
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