La denuncia de un ciudadano puso al descubierto los actos de crueldad al interior del establecimiento. Varias de las víctimas serían menores de edad.
Los hechos se registraron en el corregimiento La Dolores, en Palmira, sur del Valle del Cauca.
Así lo informó el coronel Javier Navarro Ortiz, comandante de la Policía del departamento, al indicar que “la queja fue instaurada por vía correo electrónico ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF”.
“Es allanado un centro de rehabilitación. Llama la atención que estas personas, en su mayoría eran tratadas de manera cruel e inhumana, con tratos degradantes. Existía un cuarto subterráneo de castigo y algunos de ellos (los pacientes) eran encadenados a sus pies”, dijo.
De acuerdo con el uniformado, en el lugar “también se evidenció un sótano que era utilizado como lugar de castigo, hallando, dentro del mismo, dos personas, una de ellas menor de edad”.
Según el reporte de las autoridades, en el centro de rehabilitación se encontraban 105 pacientes, 17 de ellos son menores de edad, 88 adultos, algunos de las terecera edad y dos con discapacidad cognitiva.
Debido a que el sitio no presentaba los permisos correspondientes para su funcionamiento, se le aplicó la medida correctiva del Código de Convivencia consistente en la suspensión temporal de la actividad comercial.
Seis personas que estaban al mando de este centro de rehabilitación fueron capturadas y puestas a disposición de autoridad competente por los delitos de tortura y concierto para delinquir.
Entre tanto, el ICBF restableció los derechos a los menores que se encontraban en este sitio y los llevó a un hogar de paso de Palmira, Valle del Cauca.
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