El debate por la despenalización del aborto no se libra únicamente en la Corte Constitucional . Las calles han sido escenario de distintas manifestaciones y discursos tan diferentes entre quienes se han denominado provida y quienes defienden la despenalización total del aborto.
Es tal la pasión que despierta, que se libra también una disputa visual por los carteles; buscan tener el más llamativo y hasta se empinan para lograr mayor visibilidad y que cualquier transeúnte los capture con su mirada y así tratar de convencerlo.
Este tenso debate en las calles no se hace con tesis jurídicas, pero sí mediante carteles con mensajes disuasivos, imágenes religiosas, oraciones, exposiciones corporales, artículos de la Constitución musicalizados. Ese es el nuevo discurso en las calles.
Para Alejandro Villanueva, magíster en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, "esto hace parte de la modernización democrática que busca la reivindicación pública. Se está dando en muchos países y sobre todo en América Latina y en Colombia."
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Dice que en estas manifestaciones cada movimiento a favor y en contra tiene unos símbolos, códigos, unas formas de apropiarse de la calle, del territorio y, de esta forma, han estado al tanto de la política pública y de los fallos judiciales en una pugna de emblemas interesantes para la construcción democrática.
Señala que estos discursos buscan "la reivindicación pacífica de las distintas propuestas por los proyectos relacionados en el marco de un mejor vivir y en el marco de las leyes y la Constitución. Es decir que proabortistas y provida hoy estén cruzándose en distintos escenarios supone unos elementos de participación de posibilidad de construir política pública y, sobre todo, de desarrollo democrático y participativo en nuestro país en la actualidad."
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Quienes defienden la lucha en favor del aborto han adoptado su color, el verde. Sandra Mazo, de la organización Católicas por el derecho a decidir, señala este significa esperanza, naturaleza, la vida de las mujeres y la lucha colectiva.
“El verde, este color intermedio entre el calor y el frío, sintetiza la fuerza y el poder de las mujeres que hacen renacer la primavera feminista desde las calles y, a partir de la lucha y la reivindicación de la autonomía del cuerpo, reabre la posibilidad de hacer realidad el ejercicio del derecho a decidir de las mujeres por el aborto legal, seguro y libre”, dijo Mazo.
Pero además del color en las manifestaciones, el uso de un pañuelo se volvió predominante. Esta líder señala que este surgió en 2003 en Argentina, a partir de la iniciativa de Católicas por el derecho a decidir, quienes fueron ampliando cada vez más este símbolo. También es tomada de las luchas de las 'Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo', quienes con pañuelos blancos en sus cabezas marchan desde 1977 en la Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada, buscando incansablemente a sus hijas, hijos, nietas y nietos desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina.
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En estas manifestaciones con color y símbolos, los cantos y las frases de los carteles hacen parte de la lucha ideológica, como la que señala “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”.
Dice Sandra Mazo que esto es un mensaje para que la religión no siga imponiendo a las mujeres maternidades forzadas, significa decirle a las iglesias que no se entrometan en los cuerpos y en las decisiones reproductivas de las mujeres. "Es una metáfora que le está diciendo a la Iglesia que basta ya de ser un obstáculo en la autonomía reproductiva y el derecho a decidir de las mujeres", agrega.
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Por su parte, quienes han denominado su lucha como provida también tienen su color. Ellos visten camisetas y accesorios de color azul celeste y, al igual que las proaborto, este color surgió de las manifestaciones en Argentina en el 2018 cuando se hablaba de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Esta influencia fue adoptada por grupos afines en nuestro país que venían manejando el color rojo por tener el significado de vida del torrente sanguíneo según lo explicó Jonathan Silva, activista Unidos por la Vida, uno de los movimientos en contra del aborto.
Él asegura que "esto motivó una ola celeste que se identificó con los movimientos católicos ya que es el color mariano y de allí el manejo de imágenes de la Virgen María que representa la maternidad."
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Este movimiento también maneja el pañuelo. Según Silva, es una forma de contestar a las feministas y tener un símbolo para decir “salvemos las dos vidas: la de la madre y la del bebé”.
Una joven estudiante de Medicina exhibe en su bata 'estudio para salvar vidas no para acabarlas'. Para Silva este es un mensaje muy importante pues para él "los médicos hacen el juramento hipocrático en que se comprometen a salvar vidas y nunca brindar un medicamento abortivo a ninguna mujer". Según él, Hipócrates era griego y esto no hace relación a ninguna religión.
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En cuanto a las críticas por la exhibición de imágenes religiosas señala que hace parte de la libertad de cultos y los católicos están en todo el derecho a defender la vida, pero señala que del otro lado también tienen sus símbolos. Agrega que aunque no sea una religión, hace parte de un sistema de creencias.
Asegura que al final estas manifestaciones en la calle hacen parte de un 'litigio estratégico' que no se queda solo en poner memoriales en la Corte, sino un ejercicio por el derecho a debatir y señalan que sienten que funciona para llamar la atención de los medios, de los magistrados y de todo un país.