Colombia es una de las naciones con más casos de huérfanos de la pandemia, donde más de 50 mil niños han perdido a sus cuidadores, es decir que por cada 1.000 pequeños, 2,3 se quedaron sin sus tutores, reveló una investigación realizada por cinco universidades del mundo y publicado en la revista The Lancet.
El estudio indica que 2 millones de menores de edad son huérfanos de la pandemia alrededor del mundo.
En los primeros 13 meses de la aparición del COVID-19 en el país, se reportaron 29 mil niños sin padres, pero teniendo en cuenta el último pico de contagios y muertes, en 3 meses la cifra subió en 20 mil más.
Las consecuencias emocionales para los huérfanos de la pandemia son preocupantes.
Publicidad
“Son niños que seguramente entran muchos a los sistemas de protección del Estado, que sin duda necesitan estar acompañados”, dice Angélica Cuenca, secretaria ejecutiva de la Alianza por la Niñez Colombiana.
Javier Caicedo, psiquiatría infantil y de adolescentes, señala que “la tristeza o la depresión en ellos se puede evidenciar mediante irritabilidad, mediante dolores físicos como de cabeza o abdominales”.
Publicidad
Por eso, Sandra Liliana Camargo, directora de la Fundación Siempre Nuestros Niños, hace un llamado a las instituciones para “darles apoyo terapéutico para que ellos puedan recuperarse de ese dolor tan grande que es la pérdida de un ser querido”.
Lina María Saldarriaga, psicóloga Ph. D. en desarrollo infantil, dice que “con todos podemos hablar sobre el tema de la muerte, no usando eufemismos como ‘se fue a un largo viaje’ o ‘está dormido’, sino utilizando las palabras correctas. Pero con los más pequeños es muy importante siempre dar información justa y necesaria, no el detalle, a ellos no les sirve, y con los más grande es muy importante hablarles de manera crítica, preguntarle cuáles son sus miedos y sus dudas”.
El estudio reveló que Colombia ocupa el quinto puesto en cuanto a huérfanos de la pandemia, por debajo de Perú, Sudáfrica, México y Brasil.
El Congreso de la República adelanta un proyecto de ley que permita censar a los menores de edad afectados, con lo que se prevé brindarles apoyo psicosocial y un aporte económico, el 25% de un salario mínimo.
Publicidad