En un enorme elefante blanco que debía ser la Villa Olímpica de Riohacha, La Guajira, solo hay pistas de patinaje inconclusas y una que otra cancha que ahora usa un grupo de niños.
Los arcos quedaron postrados en el olvido, al igual que los demás escenarios deportivos que nunca se entregaron para que la comunidad los disfrutara.
El contrato celebrado por el entonces gobernador de La Guajira, Álvaro Cuello, y que costó más de mil millones de pesos, fue paralizado, según un concepto del Ministerio Público, porque la obra contratada carecía de planeación.
Meses después del abandono de la obra, en el terreno de lo que no fue la villa olímpica se levantó Villa del Sur, un asentamiento en el que viven unas 1.200 familias. Hay colombianos y venezolanos intentando no desfallecer ante la pobreza extrema que los agobia.
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"Lamentablemente sí hay niños que se van al mercado, adultos mayores que se van allá y escarban entre las basuras de las frutas que botan y los traen acá y con eso muchas familias se alimentan", expresó Maylin Chacín, habitante de Villa del Sur.
Viven en una casa hecha de tablas de tres por tres, en un viejo colchón duermen los seis niños, cocinan en leña, no hay hacia dónde mirar sin que la pobreza se refleje en los rostros del asentamiento Villa Del Sur.