En el corregimiento Boraudo, en Lloró (Chocó ) se reflejan los estragos de las fuertes lluvias. Allí, más de 300 familias damnificadas amanecieron este lunes festivo bajo el lodo.
“Todo es una pérdida total, se mojó todo, pero ahí estamos recuperando lo que más podamos”, dijo Rafael Mosquera, habitante de la zona.
Hasta este lugar se desplazó el gobernador del Chocó, Ariel Palacios.
“Aquí lo que tenemos que hablar es de la reubicación de este corregimiento es algo que la gente ha venido pidiendo al Gobierno nacional y departamental desde hace mucho tiempo, ya que esto es recurrente”, señaló.
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Asimismo, en un terreno baldío se convirtió el hogar de una humilde familia en el corregimiento Arenal, en el municipio de Atrato . Allí, los pocos guayacanes que quedaron en pie evidencian la furia del río.
“Solo les quedó una parte del piso, el resto fue arrancado con todo, después de sobrevivir años de inundaciones del río Atrato”, comentó un ciudadano mientras grababa el desolador panorama.
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El invierno en Chocó ha dejado más de 40.000 damnificados , 28 viviendas destruidas, 27 afectadas, 3 puentes averiados, 3 vías terciarias afectadas y una nacional bloqueada.
“Hoy, algunas familias lo han perdido todo, literalmente”, aseguró Dávinson Ibargüen, líder juvenil de Arenal al anotar que “ha sido un desastre total por la naturaleza”.
El coronel Fernando Ortiz, delegado de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, indicó que se está “haciendo una verificación en cada uno de los sitios donde se generó la emergencia, teniendo en cuenta que hay unos municipios mayormente afectados como Lloró”.
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