Huber Fabián Chogó Becerra, soldado profesional del Ejército de Colombia, había sido secuestrado el 18 de septiembre en una vía del municipio de El Tarra, Norte de Santander , cuando regresaba a la base militar luego de un permiso.
Ahora, el uniformado, que estaba en poder del ELN, fue entregado a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia católica en zona rural del municipio de El Carmen.
"Estoy contento porque ya salgo a ver a mi familia otra vez. Cada día más fuerte, porque nunca había estado encerrado, pero ya me siento contento", señaló Huber Fabián Chogó Becerra , tras recuperar su libertad.
Deysi Díaz Torrado, defensora regional del Pueblo, indicó que "ese acercamiento se debe al trabajo humanitario que venía desarrollando la Defensoría del Pueblo”.
Publicidad
“Nosotros seguimos de manera activa participando y buscando la garantía de derechos de las personas que se encuentran en estas difíciles condiciones", anotó.
En contexto: Secuestran a militar en Norte de Santander luego de que dispararan contra camioneta en la que iba
Publicidad
Familiares de los soldados Yeison Martínez Tapia y Dayan Leonardo Ávila Chona, también secuestrados, claman por su liberación.
"A ellos les pido de corazón que, por favor, lo liberen pronto. Necesito pruebas de supervivencia, un video donde él se pronuncie", clamó Milena Chona Cruz, madre de Dayan Leonardo.
"Hoy quiero solicitar, con el corazón en la mano, para que las personas que lo tienen nos den pruebas de supervivencia, nos digan que está bien, para que mi Dios misericordioso interceda para que le respeten su vida", señaló, entretanto, Leidy Yohana Gómez, esposa de uno de los militares secuestrados.
La Iglesia católica hizo un llamado para que se detenga el secuestro en Colombia.
Publicidad
"A todos nos quiere, nos ama el Señor, así que dejémonos reconciliar con Él y depongamos las armas, depongamos estas cosas que no son correctas y busquemos al Señor para que haya paz", señaló el presbítero Jairo López, miembro de la Comisión de Paz de la Diócesis de Ocaña.
En el Catatumbo aún permanecen dos militares y nueve civiles en poder de grupos al margen de la ley.
Publicidad