Las últimas horas del coronel Óscar Dávila, quien llevaba más de 20 años en la Policía y que era el encargado de garantizar la seguridad de los lugares que visitaba el presidente Gustavo Petro, han generado más preguntas alrededor de la investigación que se hace por las chuzadas a dos exempleadas de Laura Sarabia. El oficial, al parecer, estaba involucrado en el caso.
El pasado viernes 9 de junio, a las 6:17 minutos, el conductor y escolta del coronel Dávila ingresó a una tienda ubicada justo al lado del edificio donde vivía el occiso con su esposa e hijos, cerca de la sede de la Fiscalía General de la Nación, en el occidente de Bogotá. El hombre pidió una botella de agua y mientras le entregaban el pedido, dicen los investigadores, mostró un comportamiento nervioso y miraba hacia la calle donde se había dejado la camioneta estacionada.
Casi 50 segundos después salió y caminó hacia el vehículo en el que presuntamente se suicidó Óscar Dávila.
Dos horas antes, a las 4:17 de la tarde, la periodista Silvia Charry llamó al oficial para preguntarle por el caso de las chuzadas. Fue enfático al decir que no se podía pronunciar o de lo contrario “me acaban”.
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Según la comunicadora, a las 6:13 de la tarde el coronel Óscar Dávila la llamó, pero ella no alcanzó a contestar. A esa hora, de acuerdo con 20 testigos del barrio que fueron consultados por Noticias Caracol, el conductor del oficial se bajó de la camioneta, cruzó la calle y llegó a la tienda para comprar el agua. Al regresar al vehículo lo encontró muerto y decidió llamar a la esposa, que salió de inmediato.
La periodista de Blu Radio Diana Mejía reveló que, antes de llamar a la periodista Charry, el oficial hizo otra llamada a una familiar para contarle que los niños indígenas perdidos en el Guaviare habían aparecido.
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“Cinco minutos después de esa llamada esa misma familiar recibe una nueva llamada de la esposa del coronel diciéndole llorando que el conductor la acababa de llamar a decirle que el coronel se había suicidado”, relató la reportera.
Agregó que el conductor de Óscar Dávila hasta “hace poco era casi el que custodiaba a Laura Sarabia, o sea es como si se lo hubieran puesto después de que Laura sale”.
Los investigadores de la Fiscalía General intentan establecer qué sabía el oficial en el escándalo de las chuzadas a dos exmpleadas de Laura Sarabia.
Noticias Caracol habló con ocho personas cercanas al oficial, todas integrantes o exintegrantes de la Policía. Aseguraron, bajo la reserva de su identidad, que el coronel les había manifestado su profunda preocupación porque iba a ser interrogado por el ente investigador y sabía que tenía que responderlas.
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Uno de los que habló por última vez con el oficial sostuvo que Óscar Dávila le había dicho sin rodeos que iba a contar lo que sabía del escándalo. Otro de sus interlocutores fue más allá: afirmó que el coronel le había dicho que él estaba cumpliendo órdenes. El propio uniformado había enviado una carta al fiscal general, Francisco Barbosa, el 2 de junio, ocho días antes de su muerte. En ella aseguraba que estaba en disposición de colaborar para el esclarecimiento de los hechos.
La Fiscalía llamó a rendir declaración jurada al coronel Carlos Alberto Feria, jefe de la casa militar de la Presidencia y jefe del coronel Dávila, y al abogado Miguel Ángel del Río, que representa a los policías del Chocó que terminaron salpicados en las chuzadas a las exempleadas de Laura Sarabia.
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Además, por el procedimiento del polígrafo que le realizaron a la señora Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, citó a interrogatorio al capitán Elkin Augusto Gómez, comandante y jefe de la oficina del polígrafo, y al intendente John Alexander Sacristán.
A Laura Sarabia y a su esposo, la Fiscalía los citó a entrevista por la pérdida de plata en su apartamento.