La comunidad del barrio Tisquesusa, en la localidad de Engativá, cansada de la delincuencia de Bogotá,
siguió e interceptó a una banda de ladrones que había secuestrado a una familia en su propia casa para asaltarla. Atraparon a dos de los criminales y uno de ellos lloró y suplicó para que no lo golpearan más.
“No me peguen”, decía entre lágrimas el señalado delincuente al que la gente dejó en ropa interior. En ese momento, otros ciudadanos traían al supuesto cómplice del sujeto, al que también agredieron físicamente. “Dele duro”, pedía una de las personas.
¿Cómo se produjo el robo en Bogotá?
Según la denuncia, cuatro delincuentes a bordo de un taxi llegaron hasta una vivienda del barrio Tisquesusa para someter a una familia y robarles joyas, dinero, computadores y luego huir en una camioneta que también hurtaron en el lugar.
“En el momento en que ellos van entrando a la camioneta, llegan y encañonan los muchachos que están guardando la camioneta”, narró Hernán Agudelo, residente del sector.
Agregó que “con la información de la comunidad, los muchachos de vigilancia reaccionan, le hacen un buen cierre y recuperamos el vehículo y fueron capturados dos bandidos”.
Imágenes de cámaras de seguridad muestran cuando los otros dos ladrones lograron escapar. Uno de ellos, al verse atrapado por los guardas, huyó y disparó. Luego se subió a una motocicleta que lo recogió en la vía principal.
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Mientras tanto, sus dos cómplices semidesnudos suplicaban a la Policía Metropolitana de Bogotá para que lo rescataran de la comunidad, que estaba bastante enojada.
La camioneta y todo el botín de los delincuentes fueron recuperados.
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Entre tanto, los capturados fueron llevados a la URI de La Granja para ser judicializados, con la espera, además, de que den pistas claras del taxista y los dos ladrones que pudieron escapar.