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¿La salud por encima de la economía?: debate en Medellín por medidas restrictivas para Halloween

Los comerciantes tenían toda la fe puesta en este fin de semana, pero las medidas impuestas por el COVID-19 los dejaron con la inversión hecha.

El toque de queda para Halloween en Medellín y ocho municipios más del área metropolitana le puso freno de mano a la venta de disfraces. Con decenas de atuendos de superhéroes por vender, la resignación aparece como única arma para superar un nuevo golpe al comercio.

Óscar Echeverri, uno de esos comerciantes acostumbrados a sacarle provecho al Halloween, invirtió, como cada 12 años, todo su capital económico pensando en una recuperación económica.

“Desde la medida de toque de queda y de que los niños no pueden salir, las ventas disminuyeron en un 80 por ciento y nos dejaron sentados con toda la producción”, aseguró Óscar Echeverri, comerciante de El Hueco en Medellín.

Las medidas como toque de queda para menores, ley seca y restricciones en horarios a bares y discotecas en una temporada comercial, que proyectaba ser provechosa, abren nuevamente el debate entre economía y salud pública.

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Para el Colegio de Médicos de Antioquia, estas restricciones son necesarias.

“La sociedad antioqueña en general tiene que entender que estamos en una etapa crítica de la pandemia y que por lo tanto son necesarias medidas duras”, indicó Carlos Valdivieso, presidente del Colegio Médico de Antioquia.

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Por su parte, Fenalco se opuso rotundamente a las medidas.

“Rechazamos las medidas restrictivas anunciadas por la Gobernación de Antioquia y algunas alcaldías del Valle de Aburrá”, manifestó Carlos Andrés Pineda, director de Fenalco.

Asobares, asociación que agremia a dos mil bares y discotecas del área metropolitana de Medellín, asegura que el toque de queda le abre campo a la ilegalidad.

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“Las fiestas clandestinas que se van a desarrollar seguramente no contarán con dichas medidas de bioseguridad, por lo tanto, pedimos contundencia y coherencia para erradicar este problema de comercio ilegal en el departamento”, subrayó Juan Pablo Valenzuela, director de Asobares.

En la balanza está la economía, pero también el difícil momento de la pandemia en Antioquia con cerca de 6 mil casos activos de coronavirus, una ocupación UCI del 81.2 por ciento y el pánico de las autoridades por un rebrote peor al que está experimentando la región.

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